“El número de muertos pasó a 65”, declaró a la AFP Dagmawit Moges, una portavoz de la municipalidad de Adís Abeba. Pocos minutos antes, el ministro de comunicación, Negeri Lencho, dio cuenta de 63 muertos.
En un primer balance del domingo las autoridades hablaron de 46 muertos, entre los cuales había varios niños. Según explicaron a la AFP testigos y rescatados, un flanco de la principal montaña de residuos del vertedero Koshe, situado al sudoeste de la capital etíope, se desprendió súbitamente el sábado por la noche y se llevó por delante viviendas precarias de los residentes del vertedero.
Según los residentes, el deslizamiento se desató por las obras de allanamiento de la cumbre de la montaña de residuos, en el marco de la construcción de una central de biogás.
Las obras habrían acentuado la presión en los flancos de la colina, provocando el derrumbe.
La mayoría de las víctimas son personas que hurgaban entre la basura en busca de objetos para vender, había explicado el domingo la portavoz Dagmawit Moges.
Koshe, que significa “suciedad” en el argot amárico, la principal lengua del país, es desde hace más de 40 años el principal vertedero de Adís Abeba, donde viven 4 millones de habitantes.