La asesoría de prensa del Hospital João XXIII de Belo Horizonte, capital regional de Minas Gerais (sureste de Brasil), confirmó el fallecimiento de la niña durante la pasada madrugada.
Con ello, son ya ocho niños muertos por el incendio, así como una profesora de 43 años que intentó frenar al autor del crimen, y el propio agresor, de 50 años.
Los hechos sucedieron el jueves por la mañana en el Centro Municipal de Educación Infantil Gente Inocente del municipio de Janaúba, en el estado de Minas Gerais, cuando el vigilante de seguridad nocturno arrojó líquido inflamable sobre los niños y sobre él mismo y prendió fuego. Cerca de cuarenta personas resultaron heridas, y algunas de ellas permanecen ingresadas en estado grave.
Las autoridades investigan desde el jueves los motivos que llevaron al guardia, con problemas mentales, a prender fuego en la escuela. No obstante, según los primeros indicios de la policía, el agresor premeditó el crimen y realizó su actuación de “forma planificada”. El presidente brasileño, Michel Temer, lamentó el mismo jueves la tragedia ocurrida y dijo esperar “que esas cosas no se repitan en Brasil”.
“Soy padre e imagino que esta debe ser una pérdida muy dolorosa”, afirmó el mandatario, quien también transmitió su “solidaridad” a los familiares de las víctimas.