La última víctima mortal murió en un hospital de la ciudad inglesa de Birmingham, adonde había sido trasladado la semana pasada ante la falta de recursos y capacidad de las unidades de quemados en los hospitales rumanos, informaron hoy fuentes médicas. 83 heridos siguen internados en centros de Bucarest, 21 de ellos en estado grave o crítico.
Otros 35 afectados han sido trasladados a hospitales de Bélgica, Holanda, el Reino Unido y Noruega.
Un artefacto pirotécnico causó el pasado 30 de octubre un incendio en un club nocturno durante un concierto al que asistían unas 400 personas. El local no tenía permiso para organizar este tipo de eventos e incumplía numerosas normas básicas de seguridad.
Los tres dueños del club nocturno fueron detenidos el pasado martes, acusados de homicidio involuntario.
El Gobierno, encabezado por el primer ministro socialdemócrata Victor Ponta, presentó su dimisión el pasado miércoles tras una multitudinaria manifestación en Bucarest exigiendo su renuncia. Ponta está siendo juzgado por varias acusaciones de corrupción, pero se había negado a abandonar el cargo hasta ahora tras argumentar que es inocente.