Sobreviviente de explosión en Bolivia duda que fuera por fuga de gas

ORURO. Una de las sobrevivientes de la explosión que provocó 8 muertos en Oruro, Luisa Calderón, manifestó hoy sus dudas de que se debiera a una fuga de gas y reclamó a las autoridades que sigan investigando.

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“No creo que la garrafa (de gas) haya explotado”, aseguró a un grupo de periodistas en el Hospital General San Juan de Dios de esta ciudad del altiplano andino. Esta vendedora de chocolates y otros productos se encontraba cerca del puesto ambulante de comida en que, según las autoridades bolivianas, se produjo ayer la explosión por una fuga de gas en una garrafa en cuya manguera cayó aceite utilizado para freír.

“Las autoridades tienen que seguir buscando de dónde ha venido esto”, pidió desde la cama del hospital donde espera una cirugía por las heridas que sufre en rostro y cuello. La mujer, de 46 años, se había agachado para sacar de una bolsa una chaqueta para su nieta cuando sintió como un golpe por la onda expansiva, con una sensación de que le “agarraba” la cara “algo caliente, que dolía”.

Su reacción fue buscar a sus hijos y a las compañeras de puestos de venta ambulante como el suyo, instalados en un cruce de calles cerca del desfile del Carnaval en la ciudad, el más famoso de Bolivia. “Lo único era irles a buscar a ellos”, recordó, y cuando pudo reaccionar “un poquito más” se vio en una nube “de humo blanco, blanco, y todo estaba por el suelo, la mercadería, todo”.

“Era como si otras personas se me hubieran venido a pegar”, narró Calderón, que tenía sobre su cabeza vidrios caídos de una casa. La vendedora reiteró sus dudas de que fuera una explosión de gas, “porque era un humo muy blanco, como si alguien nos hubiera botado con harta tierra”.

En este contexto, apuntó que el suceso se produjo después de un incidente con personas que bebían alcohol y una de ellas fue recriminada por la gente cuando iba a orinar en plena calle. Al respecto, se refirió a “todas las cosas malas que ha hecho esta gente”.

Tras la explosión, encontró que su hija estaba bien, pero su hijo gritaba “mami, mami”, porque estaba llena de sangre. La compañera del puesto donde estaba la garrafa “había desaparecido” y en la ambulancia en que fue llevada al hospital “había mucha gente”, incluida una niña, recordó entre sollozos por las compañeras fallecidas.

“En vez de bienestar, hemos salido pobritas”, dijo, tras perder sus pertenencias en los puestos de venta que instalaron con vistas a la afluencia de miles de personas al carnaval. Una comerciante del lugar del suceso, Lucía Nina, manifestó a Efe esta mañana que tras la explosión se produjo una nube de polvo.

El jefe del Servicio Departamental de Salud en Oruro, Jesús Ignacio, confirmó a Efe que los fallecidos son 8, entre ellos 4 menores; y 34 los heridos que siguen hospitalizados. Asimismo, declaró que la Policía Boliviana “ha confirmado ya” que la explosión ocurrió tras una fuga de gas de una garrafa en un puesto ambulante de comida.

Oruro, de unos 285.000 habitantes, vivía ayer el día grande de su carnaval, declarado Patrimonio de la Humanidad y que es uno de los más multitudinarios de Suramérica, ya que se esperaba que congregara a más de 450.000 personas en la ciudad.

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