La dirigencia de los talibanes desmintió informaciones de los servicios de inteligencia y de los talibanes, según las cuales el molá Mansur resultó herido de gravedad en un tiroteo durante una reunión del movimiento islamista, muy dividido, cerca de la ciudad paquistaní de Quetta.
Un portavoz del gobierno afgano fue más lejos este viernes y afirmó que Mansur no sobrevivió al incidente. “El líder de los talibanes, el molá Ajtar Mansur, falleció a causa de sus heridas”, aseguró en Twitter Sultan Faizi, portavoz del primer vicepresidente afgano, sin mencionar fuentes ni pruebas.
El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, calificó de “totalmente infundadas” esas afirmaciones, y aseguró a la AFP que el molá Mansur está vivo y bien de salud. La muerte de su carismático predecesor, el molá Omar, fue guardada en secreto durante dos años por el movimiento.
El incidente parece demostrar las profundas divergencias en el seno de la insurgencia y puede complicar los esfuerzos que están en curso para relanzar el diálogo entre Kabul y los talibanes, con la ayuda de Islamabad. Ocurre además apenas cuatro meses después del nombramiento del molá Mansur al frente de los talibanes. Algunos sectores del movimiento rebelde criticaron la celeridad con que fue promovido.