La protesta, convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en demanda de mejoras salariales, se mantiene pese a que el Gobierno dispuso un incremento del 23% aplicable a partir del 1 de abril.
Los empresarios del sector sostienen que la subida será de “imposible cumplimiento”.
El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, afirmó en declaraciones a medios locales que la huelga es “extorsiva” y denunció que sindicalistas y empresarios buscan que vuelva el subsidio estatal.
La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) ha sancionado hasta el momento a 130 empresas por el incumplimiento en los servicios.
La huelga, que comenzó el jueves tras el fracaso de las negociaciones entre los sindicatos y las cámaras empresariales del transporte, ha dejado varados a cientos de pasajeros en la estación de Ómnibus de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires.
Las empresas paraguayas de autobuses cancelaron todos los viajes con destino a Argentina por el paro después de que varios vehículos fueran “atacados a pedradas” en la provincia argentina de Santa Fe, según el presidente de la Cámara Paraguaya de Transporte, Ricardo Fustagno.