La reunión, que comenzó a las 13.00 hora local (17.00 GMT) con tres horas de retraso por un receso, inició otra pausa para reuniones informales a las 16.30 hora local (20.30 GMT) que todavía está en curso.
Los 34 países de la OEA debaten hoy dos propuestas de declaración acerca de la situación en Venezuela, dos vías alternativas de actuación al proceso de la Carta Democrática que el martes activó el secretario general, Luis Almagro.
Argentina ya tiene el apoyo expreso de 21 países (solo necesita 18) para aprobar la declaración conciliadora que ha ido gestando durante la última semana, pero sin embargo todavía no ha llamado a votar y ha permitido que Venezuela y sus aliados consigan dilatar el proceso con un nuevo receso.
El texto mayoritario, que el martes negociaron hasta altas horas 30 delegaciones, obtuvo el apoyo expreso de 21 países: Argentina, Brasil, México, República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Barbados, Canadá, EE.UU., Guatemala, Honduras, Perú, Jamaica, Surinam, Ecuador, Colombia, Guyana, Dominica, Uruguay, Belice y Chile.
La declaración de Venezuela, que incluye el apoyo expreso al Gobierno de Nicolás Maduro, la defendieron de manera explícita Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Dominica.
Por su parte, Paraguay propuso incluir una enmienda que considera el referendo revocatorio que promueve la oposición venezolana contra Maduro como la salida política para el país caribeño, mientras que Antigua y Barbuda planteó una enmienda para consensuar una declaración común.
Tras conocer la postura de cada país, el presidente del Consejo Permanente, el embajador argentino Juan José Arcuri, dijo que consideraba que había apoyo suficiente a la declaración mayoritaria para votar por consenso, una práctica común en la OEA pero que en esta ocasión frenaron Nicaragua, Bolivia, Venezuela y Antigua y Barbuda.
Este grupo logró forzar un receso que aún prosigue para estudiar la posibilidad de configurar un grupo de trabajo que consensúe una declaración común, algo del todo improbable si Venezuela persiste en que debe contener el apoyo explícito al Gobierno de Maduro.
Sobre la mesa hay dos proyectos de declaraciones, una presentada por Venezuela y otra por Argentina, copatrocinada por Barbados, Brasil, Canadá, Costa Rica, EE.UU., Honduras, México, Panamá, Perú, Guatemala, República Dominicana y Uruguay.
El proyecto de declaración de Venezuela afirma el “ pleno respaldo a la institucionalidad democrática y constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo Gobierno preside Nicolás Maduro Moros, y rechaza categóricamente cualquier intento de alteración del orden constitucional venezolano”.
Además, da su “ apoyo a la iniciativa de diálogo acompañado por Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, a instancia del Gobierno venezolano para la promoción del bienestar del pueblo, garantizar la paz y la soberanía de Venezuela ” .
El proyecto de declaración liderado por Argentina afirma “ el fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coadyuve a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un dialogo abierto e incluyente entre las autoridades y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela”.
Almagro no asiste hoy al Consejo Permanente, aunque ha estado algunas horas en su despacho del edificio principal de la OEA, porque su apuesta es la aplicación de la Carta Democrática, un instrumento jurídico muy sensible que abre un proceso que puede llevar a la suspensión de Venezuela del ente.
El secretario general invocó el martes el artículo 20 de la Carta para activar este proceso y pedir la convocatoria de un Consejo Permanente extraordinario entre el 10 y el 20 de junio que aborde la situación en Venezuela por considerar que “ hay una alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático ” .