Las razones fueron, entre otras, que hubiera una diferencia de igual o menor a un punto porcentual entre el primero y segundo lugar, siempre y cuando lo requiriera el representante de quien quedó segundo, o que existieran inconsistencias en las actas de votación.
Inicialmente, las autoridades electorales habían calculado que sería necesario recontar el 54,5 por ciento de las mesas de votación, unas 78.000 urnas, pero en muchos casos el representante del partido político que quedó en segundo lugar no pidió el recuento.
El dato fue proporcionado durante una reunión del consejo general del IFE en la que también se dio cuenta de que el escrutinio de las elecciones presidenciales no quedó totalmente completado a la hora que se dio el resultado del cien por cien de las mesas de votación.
El presidente del IFE, Leonardo Valdés, explicó que se debió a que después de que se incorporara al sistema informático el resultado de los 300 distritos electorales del país surgió en uno de ellos, en el estado de Veracruz, en el sureste de México, la posibilidad de que se hiciera un recuento de votos.
Eso se debía a que la diferencia entre el primer y el segundo lugar era de 1,004 puntos porcentuales, lo que, según el código electoral, no correspondía el recuento, aunque la decisión final quedó en manos del consejo electoral local a cargo de ese distrito.
“Es una situación completamente soberana”, afirmó Valdés en declaraciones a los periodistas después de la sesión del consejo general del IFE.
Si se incorporaran las 286 mesas del distrito mencionado, el total de sufragios recontados alcanzaría los votos depositados en 68.952 lugares de votación, el 48 por ciento del total.
Por otra parte, las autoridades electorales confirmaron que sigue el cómputo de votos para los comicios legislativos, que “avanza con normalidad, en orden y sin incidentes mayores”, según indicó el secretario ejecutivo del IFE, Edmundo Jacobo Molina.
El IFE ha calculado que ese escrutinio se completará en la noche del sábado, antes de que queden formalizados todos los datos de las elecciones del 1 de julio y sean dados a conocer públicamente el próximo domingo.
Quedarían pendientes las impugnaciones que puedan presentar los partidos políticos, que deben resolverse por los tribunales electorales.
Antes del 6 de septiembre se debe dar a conocer el escrutinio oficial y definitivo, y será proclamado presidente electo el vencedor de los comicios.
La izquierda mexicana ya anunció que la semana próxima presentará una impugnación de las elecciones, al considerar que hubo muchas irregularidades no tanto en el cómputo de los sufragios, sino por los “millones de votos” que, según sus denuncias, se compraron para beneficiar al aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con los datos oficiales del escrutinio que figuran en el sistema informático del IFE, Peña Nieto obtuvo un 38,21% de los votos y fue seguido por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, con el 31,59%, y la candidata del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, con el 25,41%.
El cuarto contendiente, el aspirante del Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri, obtuvo un 2,29 por ciento de los sufragios, una cantidad menor a la de los votos nulos, que fue 2,47 por ciento.
Por otra parte, un grupo de observadores electorales exhortó hoy en una rueda de prensa en la sede del IFE a que se mantenga la “madurez” entre los ciudadanos y los partidos políticos para que se puedan resolver las irregularidades que pudo haber en los comicios.
“Las organizaciones de observación electoral manifestamos nuestro rechazo a todos los actos de incitación, violencia y la desestabilización social y exhortamos a la tolerancia, el respeto y paz social y seguir los cauces del marco de la ley”, dijo el observador Enrique Vega.
En su opinión, el también representante de la Fundación del Movimiento por la Certidumbre (MOCE) reconoció que los comicios se realizaron de manera transparente.