Lo indica en una entrevista publicada hoy por el diario “The Guardian” el subcomisario de la Met, Simon Byrne.
Byrne dijo que la fuerza evalúa cómo poner en marcha la llamada “discriminación positiva”, que permita el ingreso de más agentes de diversos orígenes étnicos, en lugar de dar prioridad, como ocurre actualmente, a los blancos.
La situación actual contrasta con los datos del último censo de población realizado en Londres, pues revelaron que la población de la capital está formada por un 40% de minorías étnicas.
“No hemos seguido el ritmo (demográfico) de Londres... Lo que tenemos que superar, en legado e historia, es que hemos sido mayoritariamente, inicialmente, una organización dominada por varones blancos”, dijo el subcomisario de la Policía Metropolitana de Londres (Met) al rotativo.
Por otro lado, el inspector jefe del cuerpo de Policía de Manchester (norte de Inglaterra), Peter Fahy, consideró que la composición étnica actual de Scotland Yard hace que la lucha contra el terrorismo del cuerpo sea “menos efectiva”.
“Una gran parte de la lucha contra el terrorismo y el crimen se lleva a cabo mediante la recopilación de información de los servicios secretos; a base de tener gente que sepa cómo conocer a las personas de las comunidades locales para pasar información”, observó.
En el pasado, los intentos previos por parte de las fuerzas del orden para intentar que el Ejecutivo británico acceda a un cambio en la actual situación se han estancado.
Sin embargo, “The Guardian” agrega que la Met podría ahora tener éxito en su nueva petición, pues las minorías étnicas de Londres son mucho mayores que las del resto del país.
Para poder implementar la “discriminación positiva” que quiere la Met se requeriría aprobar una legislación que, según recuerda el diario, resultó exitosa en Irlanda del Norte, donde se aplicó un programa que duró durante una década y finalizó en 2011, por el que por cada agente protestante existía la obligación de reclutar a un católico.
Byrne señaló ahora que el cuerpo policial ha actuado después de escuchar “la continua preocupación del público” y ante las críticas contra la policía por ser “demasiado blanca”.
Según la “Asociación Nacional de Policía Negra”, las fuerzas policiales continúan siendo “institucionalmente racistas”.
Además, el reciente asesinato de un soldado británico en el barrio londinense de Woolwich (sur de la capital) por dos presuntos islamistas radicales puso de manifiesto los problemas religiosos y raciales en la capital.