“Para resguardar la salud de los vecinos y debido a las malas condiciones de ventilación y calidad del aire, decretamos preemergencia ambiental para este lunes 3 de junio”, señala el respectivo decreto.
La Intendencia llamó además a respetar las medidas que se aplican en este caso, como la restricción de circular para unos 300.000 vehículos motorizados, según sus números de patentes (placas) , y la prohibición absoluta de utilizar estufas o calefactores a leña.
La de hoy es la segunda preemergencia decretada en lo que va del año, aunque ya se han aplicado cuatro alertas medioambientales, con menos restricciones, desde la entrada del otoño.
La restricción vehicular abarca la provincia de Santiago y los vecinos municipios de Puente Alto y San Bernardo, al igual que a las motos de modelos anteriores al 2010 y se extiende entre las 07.30 y 21.00 horas locales (11:30 y 01:00 GMT del martes).
Santiago de Chile, con algo más de siete millones de habitantes, está enclavada en un valle rodeado de montañas, por lo que en los meses de otoño e invierno la calidad del aire suele empeorar debido a la ausencia de brisas que diseminen las partículas nocivas, así como por el fenómeno de la inversión térmica.
Este último consiste en que la temperatura en la superficie es menor que en altura, por lo que las partículas nocivas se mantienen a nivel del suelo. La contaminación aumenta la ya alta prevalencia de enfermedades respiratorias en esta época del año, en especial entre niños y adultos mayores, que cada año se cobran cerca de 4.000 fallecimientos en el país.
En las primeras horas del lunes, sin embargo, solo tres de las estaciones de vigilancia de la calidad del aire instaladas en diversos puntos de la ciudad y situadas al poniente de la urbe, marcaban un nivel regular, que supone concentraciones de entre 100 y 2.000 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico de aire. Las otras ocho estaciones existentes marcaban un nivel bueno, con menos de 100 microgramos de partículas nocivas.