Samarás, el primer ministro griego superado por la crisis que creía domar

ATENAS. Andonis Samarás, un hábil político que creía haber sacado a Grecia del atolladero, vio este domingo como los griegos lo sacaron del gobierno, como muestra del rechazo a su política de austeridad.

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El primer ministro conservador, Andonis Samarás, un político hábil que creía haber sacado a Grecia del atolladero tras cinco años de crisis, se vio empujado a la salida del gobierno por los griegos, quienes mostraron el rechazo a su política en los comicios del domingo.

Superado en los sondeos desde el principio de la campaña, Samarás hizo todo lo posible por recuperar su retraso, agitando el espectro de una quiebra del país, de la salida de la Eurozona, de un futuro comparable al de “Venezuela” o “Corea del Norte”, si vencía su rival, el partido de la izquierda radical Syriza.

Antes de acceder al poder, el líder del partido Nueva Democracia no dudó en denunciar la política de austeridad impuesta por los acreedores del país, el FMI y la Unión Europea, pronunciando palabras no muy alejadas de las que emplea hoy su rival Alexis Tsipras, futuro primer ministro tras vencer en las legislativas.

Elegido jefe de gobierno en junio de 2012, Samarás, de 63 años, se convirtió en un interlocutor razonable para la troika. Este cambio le costó un desgaste progresivo de su mayoría parlamentaria y de su popularidad.

Dispuesto a conservar el poder, intentó una jugada arriesgada para sorprender a Syriza: adelantar a diciembre las elecciones presidenciales. Pero le salió el tiro por la culata, ya que los diputados no eligieron al candidato presentado por su gobierno, lo que provocó la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones legislativas.

Diputado a los 26 años, ministro de Relaciones Exteriores a los 39, Samarás lidera a principios de los años 90 la lucha por impedir que la antigua república yugoslava de Macedonia, que consiguió su independencia, se denomine Macedonia, porque considera que ningún país puede llamarse como el territorio en el que nacieron Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno.

Como el primer ministro de entonces se muestra más moderado, Samarás abandona el gobierno en 1992 para crear su propio partido, el nacionalista Primavera Política.

Consigue 10 diputados en las legislativas de 1993, precipitando la derrota del gobierno de Nueva Democracia en beneficio del Pasok (socialista) de Andreas Papandreu. Pero pierde sus diputados en 1996 e inicia una larga travesía del desierto.

En 2012, en el apogeo de la crisis de la deuda en Grecia, el hombre que alerta estos días contra los “peligros” de la alternancia considera que las legislativas anticipadas son una necesidad de “salvación pública” . Consigue la marcha del primer ministro Lucas Papademos, tras seis meses de gobierno.

En las elecciones siguientes, los griegos acaban con el tradicional bipartidismo del país y, a falta de una mayoría absoluta, Samarás, que regresó a las filas de Nueva Democracia, debe aliarse a su tradicional enemigo, el socialista Pasok.

Samarás es un político experimentado y puede presumir de haber iniciado la recuperación de las finanzas públicas, al conseguir un excedente presupuestario primario (esto es, sin contar el coste de los intereses de la deuda) , y de presentar una previsión de crecimiento del 2,9% para este año.

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