“No tenemos ningún plan para desplegar nuevas bases militares en territorio de la República Árabe de Siria”, señala un comunicado de Defensa, que reconoce, sin embargo, tener un destacamento en la zona citada por las YPG, en el enclave de Afrín, una de las regiones controladas por los kurdo-sirios en el norte del país.
El ministerio precisa que el objetivo del destacamento, situado en la frontera entre los dominios de los kurdos y del opositor Ejército Libre Sirio (ELS), es impedir violaciones del alto el fuego en vigor desde el pasado 30 de diciembre.
“En virtud de los acuerdos ruso-turcos del 30 de diciembre de 2016, unidades militares del Centro de Pacificación ruso en Siria realizan labores de vigilancia y supervisión del régimen del alto el fuego”, asegura.
En un comunicado publicado en la página web de las YPG, uno de sus portavoces, Ridor Jalil, anunció que la milicia ha firmado un pacto con Moscú para que efectivos rusos entrenen a los milicianos, dentro de la colaboración en la lucha contra el terrorismo.
Las YPG son el componente principal de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) , un conglomerado de milicias kurdas, árabes, asirias (grupo étnico de mayoría cristiana) y circasianas, entre otros.
Las FSD centran sus operaciones en la lucha contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) y reciben el respaldo de la coalición internacional, liderada por EE.UU. Actualmente, las FSD se enfrentan al EI en su bastión principal en Siria, la provincia de Al Raqa, y en la de Alepo, donde está Afrín.