“Reino Unido, como bien deben saber su primera ministra y su ministro de Exteriores, es miembro, al igual que Rusia, de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas”, dijo Lavrov.
Por ello, agregó que Londres, en cuanto tuvo la sospecha del empleo de una sustancia prohibida, “tendría que haberse dirigido inmediatamente al país de donde se sospecha que procede esa sustancia”.
En ese caso, de acuerdo a lo establecido por la Convención, -agregó Lavrov- “habríamos dado una respuesta en el curso de diez días”. Añadió que “si la respuesta no satisface al país que pide la información, ese país -en este caso Gran Bretaña- debe dirigirse al consejo ejecutivo de la Organización para la prohibición de Armas Químicas y a la Conferencia de países miembros”.
Lavrov insistió en que Londres tiene la obligación de proporcionar a Moscú acceso a todos los materiales relacionados con el caso Skripal. Señaló que la parte supuestamente implicada en haber producido dicha sustancia “se le reserva el derecho a tener acceso” a la misma, para poder analizarla.
Dijo que Rusia reclamó el acceso a todos los materiales de la investigación de acuerdo a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas, pero que ésta fue rechazada. Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso convocó hoy al embajador de Reino Unido en Moscú en relación con este caso. “Hoy, martes, el Ministerio ha convocado al embajador de reino Unido”, Laurie Bristow, señaló la cartera sin dar más detalles.
Ayer, el embajador ruso en Gran Bretaña, Alexánder Yakovenko, fue llamado a consultas al Ministerio de Exteriores en Londres. La primera ministra británica, Theresa May, aseguró en el Parlamento de su país que es “altamente probable” que Rusia sea responsable del envenenamiento de Skripal y dio de plazo hasta hoy a Moscú para que diera una explicación.
Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, permanecen en estado crítico, aunque estable, desde que el 4 de marzo fueron hallados inconscientes en un banco de un parque en Salisbury (sur de Inglaterra). “Está ahora claro que el señor Skripal y su hija fueron envenenados con un agente nervioso de naturaleza militar de un tipo desarrollado por Rusia. Es parte de un grupo de agentes nerviosos conocidos como 'Novichok'”, puntualizó May durante una comparecencia en la Cámara de los Comunes.
May subrayó que solo hay “dos posibilidades” para explicar el envenenamiento: es “un ataque directo” de Rusia, o bien, Moscú “perdió el control” de la sustancia y dejó que cayera en manos inadecuadas.