“Tenemos grabaciones de las conversaciones telefónicas de militares ucranianos hechas en 2016 y su análisis corrobora las conclusiones sobre la implicación directa de la parte ucraniana en el derribo del Boeing malasio”, declaró en comparecencia de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov. Agregó que Kiev es responsable no solamente de la tragedia con el avión malasio sino también de “ manipulación de la investigación internacional”.
El Equipo Conjunto de Investigación (JIT, en inglés), formado después del desastre, confirmó previamente que el sistema de misiles antiaéreos que derribó el avión malasio pertenecía a una unidad militar rusa, que lo trasladó desde Kursk (Rusia) hasta Donetsk (Ucrania) un mes antes del ataque.
Según los militares rusos, el misil con el que fue derribado la aeronave cuando sobrevolaba el territorio de Ucrania, fue entregado a ese país en 1986 y en 2014 estuvo al servicio de la unidad ucraniana número 223 que participaba en la operación contra las milicias prorrusas en el este del país. “Desde 2014 (el destacamento) participó en varias ocasiones en la llamada operación antiterrorista en las provincias de Donetsk y Lugansk”, aseguró Konashenkov. Además, de acuerdo a los nuevos datos presentados por Defensa rusa, el vídeo sobre el supuesto desplazamiento del cohete es “un montaje animado a partir de una foto”.
Konashénkov expresó su esperanza de que los investigadores internacionales tomarán en consideración las pruebas presentadas hoy por Rusia y “no dudarán de su autenticidad”. “Una cosa es basarse en vídeos sacados de internet y otra, en documentos concretos como los que hemos expuesto hoy”, aseveró.
Por su parte, Nikolái Parshin, jefe del departamento de Artillería y Misiles del Ministerio de Defensa, señaló que tras el desmoronamiento de la URSS el misil trasladado a Ucrania “nunca volvió al territorio de Rusia” y quedó en poder del Ejército ucraniano. Toda la información sobre la implicación de Ucrania en el derribo del avión será próximamente publicada en la web del Ministerio de Defensa de Rusia, prometieron los militares rusos.
Un total de 298 pasajeros y tripulantes, entre ellos 196 holandeses, viajaban en el vuelo de Malaysia Airlines entre Amsterdam y Kuala Lumpur cuando este fue derribado por un misil tierra-aire disparado desde una zona del este de Ucrania controlada por las milicias prorrusas. Horas después de la tragedia, ocurrida el 17 de julio de 2014, Holanda y Australia acusaron a Rusia de estar implicada en el derribo, algo que Moscú rechazó categóricamente.