“Lamentablemente, todavía no hemos neutralizado por completo su ofensiva” , dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, al referirse del regreso de los yihadistas a la ciudad de la que habían sido expulsados por las fuerzas sirias y rusas hace ocho meses.
“También lamentamos —agregó— la falta de acción coordinada y de real cooperación con otros países, especialmente Estados Unidos más que cualquier otro, cooperación que podría habernos permitido evitar estos ataques de los terroristas” . Peskov advirtió que están llegando yihadistas a Siria desde Irak, donde una coalición occidental respalda los esfuerzos de las fuerzas iraquíes para tomar el bastión del grupo Estado Islámico en Mosul.
Según el ministro ruso de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov, la llegada de combatientes del EI huyendo de Irak tras la ofensiva iraquí en Mosul, al igual que la ofensiva en Palmira, pueden ser parte de un plan orquestado para ayudar a los rebeldes en el frente de Alepo, a punto de ser reconquistada por el gobierno sirio.
“Me hace pensar, y espero equivocarme, que está todo orquestado para dar un respiro a los bandidos en Alepo oriental” , dijo Lavrov. El Pentágono replicó a Moscú que en su opinión Rusia descuidó la situación en Palmira por concentrarse en su campaña de bombardeos en Alepo.
“Parece ser que Rusia ha fallado en mantener el terreno ganado contra el EI desde su intervención militar en nombre del régimen” de Asad, dijo Adrian Rankine-Galloway, portavoz del pentágono. “Esto es una demostración adicional de que Rusia, como ya lo hemos señalado, debe cambiar su enfoque” , agregó el vocero.
Rusia realiza una campaña de bombardeos en Siria desde septiembre de 2015 en respaldo al régimen de Asad.