Guillén, anteriormente corresponsal del diario estadounidense “Miami Herald” y de los periódicos colombianos “El Tiempo” y “El País” de Cali, ha sido objeto en dos años de dos intentos de asesinato.
El periodista, según RSF, se encuentra en el punto de mira del exgobernador del departamento de La Guajira Juan Francisco “Kiko” Gómez, actualmente detenido por su supuesta responsabilidad en homicidios, concierto para delinquir y nexos con paramilitares, como fue denunciado en un reportaje publicado en mayo de 2013 en la revista “Semana”.
En dicho reportaje, Guillén reflejaba las estrechas relaciones existentes entre Gómez y una banda criminal surgida del movimiento paramilitar.
“Las medidas de protección física no pueden ser la única garantía para proteger la vida de los periodistas ni el derecho a la libre expresión”, indicó la organización en un comunicado, en el que destacó que el peligro no va a cesar mientras sigan impunes los responsables de actos contra los profesionales de la información.
Para RSF, hacer efectiva la orden de captura de las personas vinculadas con el crimen organizado o adelantar las investigaciones que den cuenta de las relaciones de organismos estatales con mafias organizadas “es una responsabilidad del gobierno colombiano para frenar la impunidad en el país”.
RSF reconoció hoy los esfuerzos de las autoridades colombianas para proporcionarle a Guillén medidas de protección adecuadas, pero al mismo tiempo las incitó a hacer todo lo posible para identificar a los autores de las amenazas.
“El trabajo de los periodistas independientes es esencial en medio de una situación en la que la corrupción afecta la vida política a todas las escalas”, señaló RSF, que recordó que Colombia figura en el puesto 126 de los 180 países analizados en su última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.