Rousseff, sin nostalgias de la vida palaciega

BRASILIA. La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff (2011-2016) afirma no tener ninguna nostalgia de la vida en el Palacio de Alvorada, un gigantesco edificio modernista de Brasilia, rodeado de espejos de agua y jardines interminables.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

De vuelta en la vida “real” , la exmandataria vive sola en un departamento de más de 130 metros cuadrados en el barrio Tristeza, de Porto Alegre (sur).

“Son muchos metros” , afirma irónicamente en comparación con los 7.300 metros cuadrados de la residencia presidencial diseñada por el célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer e inaugurada en 1958.

“Un palacio no es un lugar adecuado para vivir. Es imposible vivir en un palacio a menos que uno tenga patines. O un skate como tiene mi nieto” , dijo entre risas durante una entrevista con la AFP , en referencia a las inmensas áreas de mármol de la residencia.

“Yo vivía en una suerte de apartamento pequeño, un cuarto, una sala, el baño y un pequeño escritorio” , añadió Rousseff, que pasó por Brasilia para participar de un evento organizado por el brazo femenino de su Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) .

Rousseff fue destituida en 2016, cuando aún restaban más de tres años de su segundo mandato, en un juicio político en que el Senado la halló culpable de manipular las cuentas públicas para maquillar su gestión antes de los comicios donde resultó reelecta en 2014.

En los seis años que habitó en Alvorada, esta economista y exguerrillera marxista de 69 años dice que entró a la espectacular piscina del palacio solo dos veces.

“Lo único que me da pena es que a mi nieto le gustaba” , cerró.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...