“Los rompedores de silencio” son una amplia gama de personas, en su mayoría mujeres, desde las primeras que acusaron públicamente al ahora desacreditado magnate de Hollywood Harvey Weinstein a aquellas que compartieron sus historias de abuso usando el hashtag #MeToo (yo también), desencadenando un reconocimiento de una incómoda verdad en Estados Unidos.
Desde entonces, no pasa un día sin que personalidad de primer orden no sea acusada de acoso o abuso sexuales. Muchas fueran despedidas o suspendidas de sus trabajos. Hombres del poder político, del entretenimiento, de los medios, de la cultura y de la política son los primeros acusados, pero las víctimas provienen de todos los sectores sociales, destacó Time.
El presidente estadounidense, Donald Trump, quedó segundo en esta prestigiosa clasificación, delante de su homólogo chino, Xi Jinping, informó la revista. Después de las actrices Ashley Judd, Rose McGowan y Angelina Jolie, más de un centenar de mujeres han acusado al productor Harvey Weinstein de abusos sexuales, desde el acoso hasta la violación. Varias de ellas han revelado acuerdos entre abogados para que nada se filtre de esos abusos.
El anuncio del premio este miércoles coincide con la publicación por The New York Times de una gran investigación sobre las múltiples complicidades que permitieron al productor de cine causar estragos durante años. Weinstein desmintió las acusaciones a través de sus abogados y por el momento no es objeto de ningún proceso judicial, a pesar de que se han abierto investigaciones en Nueva York, Los Angeles y Londres.