Retiros militares de Trump generan preguntas sobre política exterior de EE.UU.

WASHINGTON. Luego de la sorprendente decisión del presidente Donald Trump de retirarse de Siria y reducir el número de soldados en Afganistán, los aliados de Washington comenzaron a preguntarse cuál es ahora la política exterior de Estados Unidos.

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Estas históricas resoluciones de Trump van en contra de años de doctrina estadounidense en Medio Oriente y Afganistán, y preparan el escenario para una serie de eventos en cascada que bien podrían resultar en más derramamiento de sangre en una región con cicatrices.

Si bien muchos estadounidenses, y no solo sus partidarios, elogiaron la decisión de Trump, hartos de años de conflictos costosos y en espiral, políticos de todas las tendencias se tropezaron entre sí para condenarlo.

“Reducir la presencia estadounidense en Afganistán y eliminar nuestra presencia en Siria revertirá... el progreso, alentará a nuestros adversarios y hará que Estados Unidos sea menos seguro”, dijo el congresista republicano Mac Thornberry, un aliado de Trump que dirige el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.

En el Pentágono, nadie parecía saber qué vendría después.

“Estamos refiriendo todas las preguntas a la Casa Blanca”, dijo una portavoz cuando se le preguntó sobre la retirada de Afganistán.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, renunció el jueves después de decirle a Trump que no podía acatar la decisión referente a Siria, que deja vulnerables a miles de combatientes kurdos a los que el Pentágono pasó años entrenando para luchar contra el Estado Islámico (EI).

En Afganistán, los talibanes saludaron el retiro parcial de Trump, y un portavoz dijo que el grupo estaba “más que feliz”.

Bill Roggio, experto en Afganistán y miembro de la Fundación para la Defensa de las Democracias, dijo a la AFP que la política de Medio Oriente de la administración de Trump es confusa.

“No sé cuál es su política, específicamente con respecto a lo que se conoció como la Guerra contra el Terror”, dijo.

“Hasta que Trump articule una política, parece que el aislacionismo ha vencido”, agregó.

Trump hizo campaña bajo el eslogan de “Estados Unidos primero” y prometió limitar el compromiso en el extranjero, por lo que sus decisiones no son tan imprevistas, y muchos observadores están satisfechos con sus acciones.

“Trump compitió bajo una plataforma de no intervención, ’no más guerras estúpidas’, y prometió salir del negocio de la construcción de nación”, dijo a la AFP Daniel Davis, un teniente coronel retirado del ejército y miembro del grupo de expertos militares Defense Priorities.

“Esa es, en términos generales, su política, que es fundamentalmente sólida”, resumió.

En marzo, Trump dijo que quería llevar a las tropas a casa “pronto” desde Siria y el año pasado, cuando accedió a aumentar la presencia de soldados estadounidenses en Afganistán, dijo que lo estaba haciendo contra sus propios instintos.

“Salir de Siria no fue una sorpresa”, tuiteó Trump el jueves. “He estado haciendo campaña por eso durante años, y hace seis meses, cuando quise concretarlo de forma muy pública, acepté quedarme más tiempo”, agregó, señalando que era “hora de volver a casa” y “tiempo para que otros luchen”.

 

Trump reivindica que el EI fue derrotado territorialmente en Siria, a pesar de que miles de combatientes permanecen allí y aún tienen pequeños lotes de tierra.

Su retiro de Siria pone un abrupto fin a la influencia estadounidense en ese país y le da a los turcos una oportunidad para atacar a los kurdos respaldados por Estados Unidos.

Se informó que Trump tomó la decisión durante una llamada telefónica la semana pasada con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Al ceder Siria, Trump también está tirando una piedra angular de la política exterior de su propio gobierno: retroceder ante Irán, que apoya al presidente Bashar al Asad y está tratando de expandir su influencia regional.

“Este es un gran error estratégico que espero que el presidente reconsidere”, dijo a Fox News Jack Keane, un general retirado cuyo nombre ha sonado para reemplazar a Mattis.

“Si no lo hace, creo que lamentará esta decisión”, agregó.

Keane advirtió también que Trump estaba repitiendo los “errores” del presidente Barack Obama, quien durante años recibió fuertes críticas de los republicanos por sacar a las tropas estadounidenses de Irak, solo para ver el surgimiento del EI.

Las órdenes de retiro de Trump, mientras tanto, sacudieron a Europa.

La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, dijo que todavía había “un trabajo que terminar” en Siria y pidió a Estados Unidos que discuta su retiro con otros miembros de la coalición que lucha contra el EI.

El primer ministro de defensa británico, Tobias Ellwood, había contradicho a Trump el miércoles, al retuitear su mensaje de que los yihadistas habían sido derrotados en Siria con las palabras: “Estoy totalmente en desacuerdo”.

“La amenaza está muy viva”, escribió.

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