ANTIGUA, Guatemala. A diferencia de otras cumbres en las que los anfitriones muestran músculo gastronómico y contratan a algún chef popular en el país, en este caso será el equipo del Hotel Santo Domingo, donde se celebra la Cumbre, quien elabore el menú presidencial.
El menú también contempla opciones vegetarianas, veganas y especiales para alérgicos y será acompañado por naranjada local y por un vino siciliano Folonari que ronda los cinco euros (G.35.000) la botella.
La velada será precedida por un espectáculo de danza que rememorará la conquista de América y el viaje de Cristóbal Colón a este continente y que mezclará diferentes estilos de baile como el break dance o ritmos precolombinos.
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La cena, para aproximadamente 300 personas pertenecientes a las delegaciones que participan, será servida bajo una carpa de varios metros de alto en una noche que se prevé fría en Antigua. Tal como exige el protocolo, los mandatarios se sentarán en una única mesa presidida por el presidente anfitrión de la Cumbre, el guatemalteco Jimmy Morales, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, el rey de España, Felipe VI.
El resto de jefes de Gobierno se sentarán por el orden alfabético de los países.
Durante la cena, los mandatarios disfrutarán de la música de la primera sección de la Banda Sinfónica Marcial del Ministerio de la Defensa y un ensamble de marimbas del Cuerpo de Ingenieros del Ejército que, con un total de 35 músicos entre los vientos de metal y de madera y las notas de la marimba, tocarán 16 canciones.