Darusman aseguró que “el trabajo para hacer rendir cuentas a Corea del Norte es aún más urgente” después de que Seúl y Pyongyang firmaran a finales de agosto un acuerdo para poner fin a la tensión militar, abrir una nueva etapa de diálogo y buscar en conjunto la reunificación.
El relator, que habló en una conferencia de prensa en la capital surcoreana, reconoció que la unificación es un tema de “de suma importancia” pero aún así defendió que la comunidad global debe actuar “con firmeza” ante los delitos contra la humanidad de Corea del Norte.
“Al mismo tiempo, no debemos perder de vista que tanto la unificación como la rendición de cuentas comparten un objetivo común: la mejora de la situación de los derechos humanos en la Península Coreana”, explicó, en palabras divulgadas por la agencia surcoreana Yonhap.
Darusman se encuentra en Seúl en una visita de cinco días iniciada el domingo para evaluar el impacto de la última crisis vivida por las dos Coreas en los derechos humanos de los norcoreanos.
Se trata de su primera visita al país desde que en junio tuviera lugar la inauguración de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en la capital surcoreana, lo que fue muy criticado por el régimen de Kim Jong-un.
Darusman utilizará los datos recogidos durante su estancia en Corea del Sur para elaborar un informe que tiene previsto presentar al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en marzo del próximo año.