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El deslave ocurrió el miércoles en la noche, cuando cedió el terreno en una mina de entre 20 y 30 metros de profundidad en una vereda del municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca.
Según versiones de rescatistas, aún se encuentran desaparecidas unas 6 personas, incluidas mujeres que trabajaban en la extracción de oro de manera artesanal.
“Se continúa el rastreo, el monitoreo con caninos y con el personal del cuerpo de socorro para ubicar el sitio exacto donde posiblemente puede haber más víctimas”, dijo a periodistas el capitán Víctor Claros, comandante del cuerpo de bomberos de Santander de Quilichao.
La tragedia ocurre una semana después de que cuatro personas murieron y otras 30 resultaron intoxicadas al inhalar gases en otra mina artesanal de oro en el departamento de Antioquia.
“La Agencia Nacional de Minería, tras completar 60 horas de labores en el operativo de rescate de las víctimas, seguirá presente en el sector con ingenieros, mecánicos de equipos y el grupo de socorristas mineros y la tecnología especializada para atender este tipo de tragedias”, indicó un comunicado del Ministerio de Minas.
Los accidentes de este tipo son comunes en el país andino en el que operan miles de minas de manera artesanal, muchas de ellas sin el permiso de la ley, las cuales son controladas en gran medida por grupos irregulares como las guerrillas izquierdistas, de acuerdo con el Gobierno.
Según el Ministerio de Minas, en lo corrido del año se han registrado 35 accidentes mineros con un resultado de 43 personas muertas.