El dispositivo, que contiene el registro de las comunicaciones en la cabina del avión, descansaba a una decenas de metros del lugar donde el lunes se recogió, sepultada bajo una de las alas del avión, la primera caja negra con los datos del vuelo, según el canal de televisión indonesio Metro TV.
La segunda caja negra fue subida a un buque de la Armada indonesia y está previsto que llegue vía aérea esta noche a Yakarta y se ponga bajo la custodia de expertos del Ministerio de Transporte para su análisis. Santoso Sayogo, de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte, agencia indonesia que coordina la investigación, detalló que esperan haber completado la descarga de los datos de la primera caja negra en pocas horas, de acuerdo con el medio indonesio Detik.
El experto explicó que la información sobre la velocidad que llevaba el Airbus 320-200, la dirección, la presión atmosférica y la temperatura, entre otros datos, se encuentra escrita en sistema binario y necesitarán un programa especial para traducirla. Asesoran a los expertos del ministerio de Transporte indonesio en este procedimiento especialistas de Francia, Corea del Sur y Singapur.
La segunda caja negra seguirá el mismo tratamiento que la primera: primero limpieza y secado, luego descarga y por último análisis de la información. “La descarga (de los datos) es fácil, probablemente dure un día. Pero la lectura es mucho más difícil. Puede durar de dos semanas a un mes”, indicó Mardjono Siswosuwarno, de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte.
Las llamadas cajas negras, aunque son de color anaranjado, fueron detectadas el domingo en el mar, a una profundidad de entre 30 y 32 metros, pero se tardó en sacarlas porque se encontraban debajo de los restos del aparato. Además, las condiciones meteorológicas en la zona de búsqueda, en plena estación lluviosa, han sido adversas desde el primer día, con precipitaciones, tiempo ventoso, olas de varios metros y bajo el mar fuertes corrientes marinas.
Recolectadas las cajas negras, queda por recuperar todos los cadáveres de las 162 personas que viajaban a bordo, solo tienen 48, y encontrar el fuselaje. La operación internacional, en la que participa Estados Unidos y Malasia, entre otros países, cree haber encontrado a unos 30 metros de profundidad el motor y el cuerpo principal del avión, donde se cree que están la mayoría de los cadáveres, según el canal de televisión Channel NewsAsia.
El director de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia, Bambang Soelistyo, requirió hoy al Parlamento que prorrogue el plazo legal de búsqueda de víctimas mortales, que en el país asiático es de siete días, cuando hoy se cumplió la décimo séptima jornada de operaciones. El avión del vuelo QZ8501 de AirAsia despegó de Surabaya, en la isla de Java, en la madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar unas horas más tarde en Singapur, pero se estrelló en el mar de Java unos cuarenta minutos después de partir.
Transportaba tres surcoreanos, un británico, un francés, un malasio, un singapurés y 155 indonesios, entre pasajeros y una tripulación de siete personas. Los equipos de rescate han sacado del mar 48 cuerpos de los cuales 34 han sido identificados en un procedimiento que llevan a cabo forense especializados en Surabaya.
El consejero delegado de la aerolínea de bajo coste AirAsia, Tony Fernandes, envió una carta a los clientes de la compañía en la que agradeció las muestras de apoyo recibidas en las últimas semanas: “Las más difíciles de mi vida desde que empezamos hace 13 años”. “Estén seguros, estamos comprometidos con revisar y mejorar nuestro productos y servicios. Estamos más centrados que nunca en ofrecerles nada más que lo mejor”, señaló el empresario malasio.