Según informó el Gobierno ruso, ambas partes tratarán esta tarde “la realización de proyectos conjuntos en los ámbitos de la energía, el transporte, la sanidad y el sector farmacéutico”.
Además de reunirse con los dirigentes rusos, Castro asistirá el 9 de mayo en la Plaza Roja al desfile militar con ocasión del 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El líder cubano, que viajó por última vez Moscú a 2009 tras 23 años de paréntesis, visita este país tras el inicio a finales del pasado año del proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quien visitó la isla el pasado año, también recibirá esta semana a su colega cubano en el Kremlin.
Los expertos rusos consideran que el deshielo entre cubanos y norteamericanos no repercutirá en las relaciones entre Rusia y Cuba, enfriadas notablemente tras la caída de la Unión Soviética en 1991, que dejó a La Habana sin su principal patrocinador.
“La asistencia de Castro a la parada demuestra que, pese a los intentos de EEUU de normalizar las relaciones con Cuba, la prioridad estratégica para La Habana sigue siendo Rusia”, aseguró Leonid Ivashov, antiguo general soviético y jefe de la Academia de Asuntos Geopolíticos de Rusia.
En su opinión, Cuba “es la plataforma” desde la que Rusia ampliará la cooperación en América Latina, desde los países bolivarianos -Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua- hasta Brasil o Argentina.
Desde el inicio del deshielo entre Cuba y EEUU, Rusia ha intensificado los contactos con las autoridades de la isla para poner en práctica los acuerdos alcanzados durante la última visita de Putin a La Habana. Entonces, Putin calificó de “estratégicas” las relaciones entre los antiguos socios comunistas, aunque ha descartado en varias ocasiones la reapertura de una base militar rusa en la isla.