Un día después de haber recuperado el control de la ciudad, la prioridad de las tropas iraquíes es desactivar los artefactos explosivos colocados por los yihadistas en edificios y calles de Ramadi.
Fuentes militares explicaron a Efe que estas tareas llevarán tiempo debido a la gran cantidad de explosivos y a que es difícil hallarlos entre los escombros de los edificios bombardeados. A medida que los barrios son limpiados de esos explosivos y de posibles focos de resistencia, son entregados a las autoridades locales para que garanticen su seguridad y preparen la vuelta de los residentes, algunos de los cuales se muestran ansiosos.
Una mujer de 62 años, que huyó de Ramadi y vive de forma temporal en la capital iraquí, aseguró a Efe que, cuando escuchó la noticia de la liberación, empezó a hacer la maleta. “Mi corazón ya se encuentra allí, siento mucha nostalgia por mi casa, mi barrio y mis vecinos”, dijo Um Eid, quien se dijo dispuesta a vivir en una tienda de campaña en la tierra donde antes se levantaba su hogar. “Cuando el Gobierno nos permita regresar, volveré a mi casa y viviré allí, aunque esté totalmente destruida”, remachó.
A día de hoy, el 80 por ciento de la ciudad está destruido, según los datos ofrecidos hoy por la Gobernación de la provincia de Al Anbar, la más grande de Irak y cuya capital es Ramadi. La mayoría de las viviendas han quedado destruidas y de momento son inhabitables, por lo que Um Eid y otros cientos de miles de residentes tendrán que esperar.
Gran parte de los edificios gubernamentales, que fueron convertidos por los yihadistas en sus cuarteles en los pasados meses, también están en ruinas, tal y como mostró la televisión estatal Al Iraquiya en imágenes difundidas hoy. Un anciano residente de la ciudad de Hit, a 70 kilómetros al noroeste de Ramadi, está expectante por volver a casa después de meses alojado en el barrio de Al Yama, en Bagdad.
Meshan al Rabie, de 83 años, aseguró a Efe que “volvería a pie” hasta su ciudad natal, que también fue conquistada por los radicales, al igual que amplias áreas de Al Anbar. Asimismo, Al Rabie espera que, después de esta victoria, las fuerzas iraquíes sigan luchando “contra los enemigos de la vida y los asesinos de niños y mujeres”, en referencia al EI.
Las tropas iraquíes y las fuerzas antiterroristas evacuaron hoy a más de 300 civiles, en su mayoría niños y mujeres, que los combatientes radicales habían mantenido retenidos como “escudos humanos” en el centro de Ramadi para evitar ser bombardeados.
El simbólico complejo gubernamental, que fue recuperado el pasado domingo, dando así paso a la liberación total de la ciudad, se ha convertido en un centro improvisado de primeros auxilios. El departamento médico de las fuerzas de seguridad ha intervenido a una mujer y le ha ayudado a dar a luz, después de que llegara al complejo gubernamental junto a su marido, informó dicho departamento en un comunicado. Más de 400 civiles que habían quedado atrapados en Ramadi fueron llevados hasta ese lugar, donde se les han proporcionando alimentos, medicinas y una salida segura de la urbe, en cuyos suburbios todavía podría haber focos de resistencia del EI.
En Ramadi reina hoy la calma, pero las autoridades no bajan la guardia y están adoptando medidas para garantizar la seguridad y evitar futuros ataques por parte de los yihadistas, los cuales aún tienen una destacada presencia en la provincia de Al Anbar. El ministro iraquí del Interior, Mohamed al Gaban, se reunió hoy con el gobernador de Al Anbar, Suhaib al Raui, y establecieron que los encargados de mantener la seguridad a partir de ahora serán brigadas especiales y la Policía de la provincia.
Por su parte, el primer ministro, Haidar al Abadi, visitó las zonas liberadas para agradecer a las fuerzas de seguridad sus esfuerzos y sacrificio en esta batalla y para demostrar que la ciudad vuelve a estar en manos del Gobierno, después de más de seis meses de ocupación yihadista.
El EI irrumpió en Ramadi el pasado mes de mayo, provocando la desbandada de las fuerzas iraquíes, que ahora han conseguido una importante y simbólica victoria frente al grupo terrorista. El EI aún tiene en sus manos otras ciudades destacadas del país, como Mosul (norte), principal bastión del grupo en Irak y próximo objetivo del Gobierno iraquí, tal y como aseguró Al Abadi. El EI proclamó un califato en junio de 2014 en las vastas zonas bajo su control en Siria y en Irak, poco después de conquistar Mosul.