Rajoy ha viajado hoy a Bruselas para participar en la última cumbre europea de este año y numerosos jefes de Estado y de Gobierno se han interesado por su estado ante esa agresión.
Entre ellos, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente francés, François Hollande; el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; y el presidente del Consejo, Donald Tusk.
En las imágenes de la cumbre se ha visto al presidente del Gobierno departiendo con todos ellos y en una de las fotografías se observa cómo la canciller alemana posa su mano sobre la mejilla en la que Rajoy recibió ayer el impacto de un puñetazo propinado por un joven de 17 años.
El jefe del Gobierno ha restado trascendencia a esa agresión y ha agradecido las muestras de apoyo y solidaridad que ha recibido.
Pero según fuentes españolas, en sus conversaciones con otros líderes, Rajoy no sólo ha hablado de la agresión, sino de sus expectativas ante las elecciones generales del domingo.
Al respecto, los líderes pertenecientes a partidos afines al del presidente español le han dado ánimos, le han deseado suerte y, según las mismas fuentes, le han comentado el gran cambio experimentado por la economía española desde que él asistió a su primer Consejo Europeo.
De forma expresa, los máximos responsables de las formaciones integradas en el Partido Popular Europeo (PPE), reunidos en Bruselas horas antes del inicio de la cumbre (Rajoy no acudió debido a su campaña electoral) , han hecho pública una declaración en la que apoyan al PP ante los comicios del domingo.
“Desde el Partido Popular Europeo, queremos transmitir nuestra confianza en el Partido Popular y en las políticas desarrolladas en los últimos cuatro años por el Gobierno de Mariano Rajoy”, reza la declaración.
Además, afirma que Rajoy es el “único que garantiza la experiencia, la estabilidad, la seguridad, la continuación de la recuperación económica, el crecimiento, la creación de empleo, las políticas sociales y la confianza en el futuro”.
El PPE también expresa su “solidaridad” con el presidente español tras el “ ataque intolerable ” que sufrió ayer.
En la agenda de la cumbre europea de hoy uno de los principales asuntos era la aspiración del Reino Unido a lograr un mejor acomodo en la UE, un objetivo del primer ministro británico, David Cameron, y ante el que ha prometido un referéndum en su país sobre la permanencia en el club europeo.
Al respecto, Rajoy según fuentes de su Gobierno, ha trasladado el mensaje de que el Reino Unido debe seguir formando parte de los Veintiocho y de que su salida de la UE sería perjudicial para todos.
Por ello, no rechaza la negociación para lograr ese encaje pero con un límite: que no se toquen los tratados de la Unión Europea.
Se trata de una posición que, según recuerdan desde su Ejecutivo, ya ha trasladado cara a cara a Cameron en las reuniones que ha mantenido con él en los últimos meses y en la que ambos han analizado este asunto.
“España va a mantener en todo momento una posición constructiva. Pero para que lo que se pretende sea factible, hay que ir a una situación que no exija la modificación de los tratados, porque entrar en ese proceso complicaría la solución”, han insistido.
En la cumbre se han analizado otras cuestiones como la respuesta de la UE a la crisis de los refugiados y la política de los Veintiocho ante la inmigración ilegal.
España ha reiterado su apuesta por lograr un auténtica política común ante ello e incidiendo en la colaboración con los países origen y tránsito de las personas que de forma ilegal intentan buscar fuera de sus fronteras una vida mejor.
Rajoy concluirá mañana su presencia en la cumbre con una conferencia de prensa tras la que regresará a España para participar en dos actos de su partido, uno en Valencia y otro en Madrid, con los que cerrará su campaña electoral para las elecciones generales.
A la espera del resultado de esos comicios, el Consejo Europeo que ha comenzado hoy puede ser el último al que acuda el presidente durante su actual mandato.
La próxima cumbre está prevista para los días 18 y 19 de febrero y sólo si los resultados de las elecciones obligaran a una larga negociación de más de dos meses para la investidura, Rajoy acudiría a esa cita como presidente en funciones.