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MADRID. Rajoy ha ofrecido abrir conversaciones con otros partidos sobre un mejor acuerdo fiscal y constitucional para Cataluña si la región abandona su ruta independentista, pero la violencia del domingo ha dado alas al movimiento independentista y ha tensado las posiciones para una posible negociación.
Rajoy medita dar un paso sin precedentes, invocando la Constitución para disolver el parlamento regional y convocar elecciones regionales, dijeron parlamentarios de su partido.
Algunos sectores de la derecha abogan por aplicar la medida incluso antes de que se materialice la amenaza de declaración unilateral de independencia por parte del gobierno catalán, después de que Cataluña llevase a cabo el domingo un referéndum de independencia pese a los desesperados intentos de Madrid por detenerlo por vía judicial y policial.
El cierre del Gobierno catalán es conocido en Madrid como la “opción nuclear”, ya que probablemente avivaría los disturbios en Barcelona y en el resto de la industrializada comunidad autónoma catalana, que aporta una quinta parte del producto internoBruto (PIB) español.
Sin embargo, el Partido Popular de Rajoy (PP) gobierna en minoría y antes de decidirse a jugar esta carta ha mantenido conversaciones con los socialistas del PSOE, el principal partido de oposición, para que apoyen explícitamente una medida semejante.
El artículo 155 de la Constitución de 1978 nunca se ha utilizado en un país donde la dictadura aún sigue en el recuerdo. El PP es considerado por los catalanes como un partido ligado históricamente a la era del dictador Francisco Franco, por lo que los expertos consideran que Rajoy necesita contar con los socialistas, partidarios también de la unidad del Estado.
Sin ese respaldo, el poder de Rajoy podría verse minado y, según fuentes políticas y analistas, podría terminar convocando unas elecciones nacionales para conseguir el mandato con el que enfrentarse a los separatistas catalanes.
La Moncloa declinó hacer comentarios.
Los socialistas, en principio abiertos a la opción del Artículo 155 antes del referéndum, cambiaron el tono esta semana, después de las cargas policiales del domingo para evitar el referéndum, con unas imágenes que recorrieron el mundo y provocaron la condena internacional.
En lugar de ello, el PSOE pidió la reprobación de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, a la que culparon de la violencia policial del domingo.
El partido izquierdista Podemos se opone a la aplicación del 155 y propuso esta semana que Rajoy y Puigdemont se sentasen a negociar un mediador para destensar el conflicto, aunque la propuesta fue rápidamente rechazada por Moncloa, con la argumentación de que no negociará bajo la amenaza del gobierno regional de declarar la independencia unilateralmente.
Madrid había prohibido la consulta del domingo por considerarla inconstitucional, desplegando fuerzas de seguridad nacionales para detenerla, una decisión que incluso algunos de sus aliados consideraron un error político.
Los nacionalistas vascos del PNV, que apuestan por un referéndum pactado, también están en contra de intervenir al gobierno catalán. La semana pasada, retiraron su apoyo a los presupuestos generales de 2018 hasta encontrar una solución para el tema catalán.