La operación duró cerca de quince minutos y causó pánico en el Hospital Estatal Azevedo Lima de Niteroi, una de las ciudades del área metropolitana de Río de Janeiro.
Los pistoleros ingresaron por la puerta principal del hospital y, tras haber desarmado a los dos policías que custodiaban a Jhony Luis da Silva, conocido como Bebezao, se apoderaron de las pertenencias de los pacientes y familiares que estaban en la sala de espera.
Poco antes de la operación de rescate, los agresores asesinaron a un suboficial de la policía que estaba vestido de civil para robarle uno de los automóviles que usaron en la fuga del hospital.
Antes de huir obligaron a varios médicos, enfermeros y pacientes a ingresar en una sala de cuidados intensivos, en donde los encerraron con llave.
Bebezao fue detenido el 16 de octubre pasado tras un tiroteo entre la policía y un grupo de hombres que había asaltado tres camiones que salían cargados de un depósito, en una operación en que murieron tres de los asaltantes.
El narcotraficante, considerado por la policía como el jefe de la banda criminal que controla la venta de drogas en la favela Morro da Pedreira, sufrió una herida de bala en una pierna y desde entonces estaba ingresado en el Hospital Azevedo Lima.
Pese a que la política de “ pacificación ” del gobierno regional ha conseguido expulsar a las bandas de narcotraficantes que dominaban varias favelas de Río de Janeiro, la violencia generada por el narcotráfico aún hace de esta ciudad una de las de mayor criminalidad en Brasil.