La ley, que entrará en vigor a partir de 2013, tiene efecto retroactivo para las operaciones realizadas desde el 1 de enero pasado, según informan las agencias rusas.
Los miembros del Ejecutivo deben informar de manera documentada sobre sus gastos y los de su esposa e hijos menores de edad, así como de la compra de inmuebles, medios de transporte y acciones.
Esas operaciones deben ser declaradas si su suma supera los ingresos conjuntos del funcionario y su esposa durante los tres años anteriores.
A su vez, la Duma o Cámara de diputados de Rusia estudia prohibir a los funcionarios poseer dinero y propiedades en el extranjero.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, aseguró la pasada semana que su país no puede limitarse a lanzar campañas anticorrupción sino que debe combatir de manera permanente esa lacra.
“(La lucha) debe ser una labor sistemática y no una cuestión de campañas”, dijo Medvédev en una entrevista publicada hoy por el diario “Kommersant”.
En las últimas semanas, este país se ha visto salpicado por diversos escándalos de corrupción que han conducido a la detención de varios altos funcionarios, que la oposición vincula con una campaña de relaciones públicas para mejorar la imagen del Kremlin.
El pasado día 6, Putin destituyó al ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, supuestamente para garantizar la imparcialidad durante la investigación, pero negó su implicación en el escándalo de corrupción inmobiliaria.
Hace unos días, el Comité de Instrucción de Rusia abrió una nueva causa penal por corrupción contra los funcionarios del departamento de bienes del Ministerio de Defensa y de la empresa estatal Oboronservice.
La investigación cifra en más de mil millones de rublos (más de 30 millones de dólares) el dinero estafado y malversado en relación a 14 activos inmobiliarios.
El jefe de la Cámara de Cuentas de Rusia, Serguéi Stepashin, denunció que más de un billón de rublos (más de 30.000 millones de dólares) desaparece anualmente de las arcas del Estado ruso.
Pese a la campaña anticorrupción, Putin ha perdido un 6 por ciento de apoyo popular desde que asumiera la jefatura del Estado en mayo pasado, según un sondeo divulgado por el Centro Levada.