El dirigente conservador, de 74 años, recibió asistencia sanitaria en el mismo local durante cerca de veinte minutos, tiempo en que la ceremonia fue suspendida, hasta que consiguió reponerse y retomó su alocución en el mismo punto en que la había dejado.
Los actos oficiales de celebración por el Día de Portugal se celebraron en la localidad lusa de Guarda, y durante la intervención del presidente -televisada en directo a todo el país- se oyeron gritos de protesta contra el Gobierno.