SEÚL. El tribunal de Seúl emitió una orden de arresto contra Park por cargos de soborno, abuso de autoridad, coerción y filtración de secretos gubernamentales.
“Está justificado y es necesario arrestar (a Park) una vez demostrados los hechos, y porque hay riesgo de que se puedan destruir evidencias” , indicó el tribunal en un comunicado.
Park fue inmediatamente trasladada desde las oficinas de la fiscalía, donde aguardaba la decisión, hacia un centro de detención cerca de Seúl.
La caída en desgracia de la expresidenta se inició a mediados de 2016, cuando se reveló que su amiga y confidente Choi Soon-sil, que nunca ocupó ningún cargo oficial, aprovechó su influencia para conseguir que grandes compañías surcoreanas le pagaran millones de dólares.
El escándalo llevó a la Asamblea Nacional a destituir a la presidenta en diciembre con el fin de levantar su inmunidad y permitir así una investigación contra ella.
Después de que el Tribunal Constitucional confirmara el 10 de marzo la destitución, la fiscalía interrogó la semana pasada a Park en una audiencia de 21 horas antes de solicitar su arresto.
“La acusada abusó de sus poderes y de su estatuto de presidenta para recibir sobornos de las empresas o para violar el principio de libertad de gestión empresarial”, aseguró en un comunicado la fiscalía, que considera que Park actuó como cómplice de Choi.
La expresidenta rechaza esas acusaciones y asegura que su amiga abusó de su confianza.
El escándalo también salpicó de lleno a la marca estrella del país, Samsung, cuyo vicepresidente, Lee Jae-Yong, fue detenido el mes pasado en conexión con el mismo caso.
Con esta decisión judicial, Park se convierte en el tercer jefe del Estado detenido por un caso de corrupción en Corea del Sur.
Los exmandatarios Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo cumplieron condenas de cárcel por ese motivo en los años 1990. Y el presidente Roh Moo-hyun se suicidó en 2009, después de que la justicia abriera una investigación por corrupción contra él y su familia.