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TORONTO. El hecho recuerda al modus operandi de los ataques con vehículos en grandes ciudades como Nueva York, Barcelona, Londres, Niza, París, Berlín y Estocolmo, donde radicales convirtieron autos o camionetas en armas que atropellaron fatalmente a peatones.
No obstante, la policía aún no ha detallado las motivaciones del conductor de la camioneta blanca en Toronto.
Al igual que otros países, Canadá ha sido blanco de ataques yihadistas, a pesar de que el número de víctimas ha sido menor.
De los 16 heridos hoy, dos están en condición crítica y otros dos se encuentran graves.
El alcalde de Toronto, John Tory, recomendó a los comercios situados en las cercanías del lugar donde se produjo el accidente que cierren y al público que evite el lugar para facilitar la investigación policial.
Ni Tory ni la Policía de Toronto han señalado si el atropello fue un accidente o una acción premeditada.
Una furgoneta de alquiler blanca con la carrocería frontal rota fue detenida y rodeada por vehículos policiales.
El suceso se produjo cuando los ministros de Asuntos Exteriores y Seguridad del G7 están reunidos en Toronto para tratar, entre otros temas, medidas antiterroristas y contra el extremismo yihadista.
El G7 reúne a siete países más industrializados del mundo: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, señaló desde Ottawa que sus pensamientos “están con todos los afectados por el terrible incidente”.
El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale, se negó a especular si el incidente es un atentado como los que se han vivido en varias ciudades europeas en los últimos meses pero sí señaló que el país mantiene el nivel de amenaza que existía antes del atropello masivo.