El niño, miembro de una familia pobre y rural, fue descubierto el sábado con la cara llena de sangre, poco tiempo después de su desaparición cuando jugaba fuera de su domicilio, en la provincia septentrional de Shanxi.
La policía encontró los dos globos oculares del niño, que su agresor le había arrancado después de drogarlo, indicó a la AFP un oficial de policía del distrito de Fenxi, que requirió el anonimato.
“Él preguntó por qué estaba oscuro y por qué no había amanecido”, indicó un tío del niño, citado por el Diario Pequinés de la Juventud, que precisó que el menor todavía no es consciente de que es ciego. El niño está en tratamiento en un hospital especializado en oftalmología.
Varios medios informaron el martes que los globos oculares fueron hallados sin las córneas, lo que hace suponer que la agresión se produjo para alimentar el tráfico de órganos, un mal endémico en China.
Sin embargo, la policía afirmó el miércoles que la córnea fue hallada sobre los dos globos oculares, por lo que descartó el tráfico de órganos, sin avanzar por el momento otros motivos de esta doble ablación salvaje.
La policía ofreció una recompensa de 100.000 yuanes (12.200 euros) a quien pueda ayudar a encontrar a una mujer no identificada que sería la principal sospechosa.