El incidente la noche del viernes provocó protestas en la ciudad universitaria del medio oeste, y los medios locales informaron de una fuerte presencia policial en la zona donde se produjo el hecho. Este es el más reciente de una serie de ataques de policías contra jóvenes negros, que han elevado la tensión racial hasta el límite en los Estados Unidos, y que ha dado inicio a un debate nacional sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía en comunidades de minorías étnicas.
El jefe de la Policía, Mike Koval, dijo a la cadena de televisión WKOW que el oficial acudió al lugar de los hechos por una denuncia y que había forzado su entrada a un departamento tras escuchar ruidos de peleas en el interior. “Una vez dentro, el sujeto involucrado en el incidente —el mismo que supuestamente había tenido una pelea callejera en la que habría abatido a otra persona—, atacó a mi oficial, y en el fragor del combate el agente sacó su arma y disparó contra el sujeto” , dijo Koval.
Koval dijo que el oficial dio primeros auxilios al joven herido que luego fue trasladado al hospital, donde murió. Además dijo que tras un primer rastrillaje en la escena no se encontraron armas de ningún tipo. El tiroteo está siendo investigado por el Departamento de Investigaciones Criminales de la ciudad, aseguró. El jefe de la policía llamó a mantener la calma.
“A la luz de los eventos ocurridos no sólo a nivel nacional sino en nuestra comunidad, es comprensible que la reacción donde ocurrieron los hechos y la de algunos de nuestros ciudadanos sea extremadamente volátil, emocional y perturbadora. Debemos entender eso. Es absolutamente lógico bajo estas circunstancias” .
“Pedimos, sin embargo, a todos que se controlen, que se calmen, y que permitan al Departamento de Investigaciones Criminales llevar a cabo su tarea” , dijo. Una multitud se hizo presente el viernes en el lugar donde se produjo el tiroteo. El incidente ocurre a días de que el Departamento de Justicia anunciara que no procesaría al policía blanco que disparó contra un adolescente desarmado en Ferguson, Misuri, cuya muerte desató una ola de protestas y disturbios en agosto del año pasado.
Pero el informe sobre el caso demostró que la policía del suburbio de St. Louis sistemáticamente acosaba a grupos afro-americanos. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el viernes que creía que el racismo revelado en el reporte no era “un caso aislado” .
Este sábado el presidente asistiría a la conmemoración del 50° aniversario de la violenta represion policial en Selma, Alabama, que conmocionó a la opinión pública nacional y abrió el debate sobre la negativa a otorgar el derecho al voto a la comunidad afro-americana en la dividida sociedad sureña.