A pocos días de que se celebre un nuevo aniversario de la matanza de 1989, las autoridades han realizado varios arrestos en Pekín y en la ciudad de Chengdu, en la provincia noroccidental de Sichuan, de personas que han intentado recordar a las víctimas, confirmó hoy a Efe uno de los líderes estudiantiles de aquellas protestas, Zhou Fengsuo, desde San Francisco.
En la capital, las autoridades han detenido a Zhao Changqing, también líder estudiantil en las manifestaciones y quien acababa de salir de la cárcel, y Zhang Baocheng, miembro de “Nuevo Ciudadano”, un movimiento que reclama al Gobierno que cumpla con los derechos civiles recogidos en su Constitución.
La policía china se llevó a Zhao y Zhang a primera hora del martes, poco después de que participaran en un acto de conmemoración de las víctimas de Tiananmen junto a otras cinco personas en la vivienda del antiguo líder estudiantil.
“No olvidemos las heridas de nuestro país”, instaba el grupo congregado en una pancarta colgada de una pared en la vivienda de Zhao, tal y como se aprecia en una fotografía difundida por los participantes.
En Sichuan, las autoridades también han detenido a un trabajador que distribuyó imágenes de un licor con una etiqueta en la que aparece dibujado un hombre sentado frente a una fila de tanques, emulando la famosa fotografía tomada en 1989 que muchos jóvenes chinos no conocen a día de hoy.
Desde Estados Unidos, donde Zhou se tuvo que exiliar tras su participación en las protestas, el disidente espera que los detenidos sean liberados en una semanas, pero apunta que “nunca se sabe”.
“(Las autoridades) están muy paranoicas ahora e intentan sembrar el terror”, considera.
Cada año, el Gobierno fuerza a reconocidos disidentes y activistas a viajar fuera de la capital, acompañados de varios guardias, o le someten a arresto domiciliario hasta dos meses antes del aniversario de la masacre, que sigue siendo tabú en el país, según pudo constatar Efe.
Ding Zilin es un ejemplo de ello. Esta madre coraje de 80 años fue una de las fundadoras de la agrupación “Madres de Tiananmen”, el grupo que cada año reclama justicia por la muerte de sus hijos en aquel turbio capítulo del siglo XX y que hoy publicó una nueva carta pidiendo una investigación sobre lo ocurrido, compensaciones y que se asuman responsabilidades.
En el caso de Ding, su hijo de 17 años falleció tras ser tiroteado cerca de la plaza de Tiananmen la noche del 3 de junio, cuando los tanques entraron a la capital con el fin de desalojar a los manifestantes tras casi siete semanas de movilizaciones.
Este año, esta profesora retirada volverá a recordar desde su casa, fuertemente vigilada, a todos los estudiantes y trabajadores que murieron, y por primera vez lo hará sola: sin su hija, que falleció en diciembre con tan sólo 50 años, y sin su marido, que murió pocos meses antes de un ataque al corazón.