A ocho días de la ceremonia inaugural, los atletas siguen llegando a la ciudad olímpica, incluido el velocista jamaiquino Usain Bolt y los 70 atletas de Rusia, país que participa de estos Juegos con un equipo diezmado por la prohibición de competir debido a un escándalo de dopaje.
A medida que siguen llegando más visitantes, más aumenta la alerta de las autoridades brasileñas.
Brasil cuenta con 85.000 policías y militares para garantizar la seguridad en los Juegos Olímpicos (del 5 al 21 de agosto). Blindados y soldados fuertemente armados patrullan los principales puntos turísticos de la ciudad en una operación que ha sido reforzada después de los últimos atentados terroristas en el mundo.
Este miércoles, la Policía Federal arrestó a a Chaer Kalaun, un brasileño de origen libanés de 34 años, en Nova Iguaçú, en la periferia norte de Rio.
“Estaba involucrado, tenía un vínculo con entidades terroristas desde la Copa del Mundo. Luego seguimos investigándolo y él salió de Brasil. Estuvo en Siria, volvió a Brasil e hizo el juramento al Estado Islámico”, indicó este jueves el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, en Bahia (noreste)
Pero el abogado de Kalaun, Edison Ferreira, aseguró que “no juró lealtad” y que fue arrestado “por haber hecho comentarios sobre el Estado Islámico” en redes sociales.
La semana pasada fueran apresados 12 brasileños acusados de integrar una célula terrorista que las autoridades calificaron de “amateur” y “desorganizada”, un caso que no tiene relación con el arresto de Kalaun.
“Brasil continúa sin probabilidades o con una probabilidad muy mínima de un acto terrorista. Ahora, la posibilidad existe en todo el mundo. Existiendo esa posibilidad, tenemos que actuar con seriedad y firmeza”, advirtió el ministro.
Los empleados del metro de Rio amenazaron con una huelga a partir del 4 de agosto, víspera de los Juegos, si no consiguen un aumento salarial de 9,83%.
Una nueva línea del sistema subterráneo, que debe abrir el 1 de agosto, será vital para el transporte del más de medio millón de turistas aguardados entre los barrios de Ipanema y Barra, donde se disputarán la mayoría de las competencias deportivas.
El sindicato de los trabajadores dijo que el metro ofreció un incremento de 5%, que catalogó de “vergüenza olímpica”.
Los organizadores de los Juegos corren contrarreloj por su parte para completar reparaciones de emergencia en la Villa de los atletas, donde vivirán unos 19.000 deportistas e integrantes de delegaciones que continúan llegando.
El multicampeón olímpico Bolt llegó el miércoles de noche vistiendo un traje negro de gimnasia con rayas blancas, lentes de sol y audífonos.
“No dormí en el vuelo”, dijo a los periodistas y funcionarios que lo recibieron.
Vestidos con los colores del país, los rusos llegaron pasadas las 22h00 GMT del jueves y fueron recibidos en el área de desembarque por unos 80 seguidores entusiastas que ondeaban banderas de ese país y gritaban vítores, constató la AFP.
Numerosos deportistas rusos se perderán la cita olímpica al estar suspendidos por sus federaciones respectivas por dopaje o por supuestamente incurrir en él. Así lo exigió el Comité Olímpico Internacional (COI) luego de la publicación de un informe que ponía en evidencia un sistema de dopaje institucionalizado en Rusia entre 2011 y 2015.
El presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexandre Joukov, los exhortó antes de partir a “mantener el espíritu combativo y a no hacer caso a posibles insinuaciones y provocaciones”.
El recorrido por 300 ciudades locales de la antorcha olímpica, que se acerca a su destino final, el mítico estadio carioca Maracaná, sufrió un percance el miércoles de noche, cuando una multitud enojada bloqueó el paso de la antorcha olímpica a través de Angra dos Reis, una ciudad costera unas tres horas al sur de Rio de Janeiro.
Los manifestantes, que protestaban por la falta de transporte público y el atraso del pago de salarios de funcionarios del estado de Rio, atacaron la procesión olímpica y fueron dispersados por policías que usaron gas pimienta y balas de goma.
En un video de los choques colgado en las redes sociales, se escucha una voz que grita triunfante: “¡La antorcha ha sido apagada!”, mientras la persona que cargaba la antorcha es llevada a un autobús.
“Apagar la antorcha es un crimen”, zanjó el secretario de Seguridad del estado de Rio, José Mariano Beltrame.
Algunos episodios problemáticos con la antorcha se han tornado virales en las redes sociales, incluidos varios intentos para extinguirla, corredores que se caen, un policía en moto que choca contra la procesión y un hombre que intentó robarla.
En junio, un jaguar -el animal elegido como mascota olímpica de Brasil- murió al recibir un disparo luego de escaparse de sus cuidadores en una ceremonia con la antorcha.