Después de que la canciller Angela Merkel celebrara el gesto el lunes, los miembros de los partidos de su coalición rindieron homenaje a los tres hombres que la noche del domingo denunciaron a Jaber Albakr y llevaron a su arresto. Los tres habían alojado a Albakr, de 22 años, pensando que era un refugiado necesitado, y al reconocerlo lo denunciaron a la policía.
Muchas de las voces afirmaron que los tres sirios deberían recibir la Cruz del Mérito, la más alta distinción del Estado alemán otorgada a los civiles.
“Los jóvenes lo merecen”, dijo al diario popular Bild el político social-demócrata Johannes Kahrs. “Lo que hicieron es una muestra del más profundo respeto hacia sus huéspedes alemanes (...) Es ejemplar”, estimó.
Jürgen Klimke, militante de la CDU, el partido conservador de la canciller, también abogó porque recibieran la Cruz del Mérito. Sería “una señal fuerte (...) para la población alemana y para los refugiados”, aseguró.
El diario Bild se interrogó en sus páginas sobre si estos “héroes” merecerían incluso “convertirse en ciudadanos alemanes”.
Desde hace meses, los movimientos populistas de extrema derecha han crecido en el país, con una campaña que alerta sobre el supuesto peligro que suponen los cerca de 890.000 demandantes de asilo que llegaron a Alemania en 2015, en su gran mayoría musulmanes.
Muchos políticos pidieron al gobierno que acelere los trámites para concederles el asilo político.
“Lo que estas tres personas hicieron es muy valiente y es una hazaña que merece un gran reconocimiento”, dijo el presidente del comité parlamentario de Asuntos Internos, Ansgar Heveling, perteneciente al partido de Merkel. “Su petición de asilo debe ser examinada rápido (...) y sin duda debe ser una forma de recompensarlos por su compromiso”, dijo el político al diario Berliner Zeitung.