“La Comisión Europea ha recibido hoy una clara advertencia que destaca los peligros de importar carne paraguaya, parte de la cual procede de ganado criado en tierra habitada por indígenas aislados”, señaló un escrito enviado a la AFP por el director de Survival, Stephen Corry.
El territorio al que alude la ONG está compuesto por unas 4.000 hectáreas localizadas en el llamado Chaco central, unos 600 km al noroeste de Asunción, en poder de una compañìa brasileña. Allí habitan indígenas de la comunidad Ayoreo Toto Biegosode.
La semana pasada, Paraguay recibió el visto bueno de la Organización Mundial de Sanidad Animal, con sede en París, para exportar carne a la Unión Europea, tras una interrumpción de dos años, debido a un brote de fiebre aftosa.
“Los ayoreos son los últimos indígenas no contactados que hay fuera de la Amazonia en América. Viven en una cada vez más reducida isla de bosque”, explicó Survival. “Su último refugio está siendo destruido ilegalmente. No creemos que los consumidores europeos quieran comer carne que provenga de donde una vez se erigió el bosque de los ayoreos”, observó Corry.
Según el activista la firma propietaria del inmueble, Yaguareté Porá, dijo que planea convertir parte de su propiedad en un corredor de vida salvaje, “pero el resto sería destruido para fines ganaderos”.
Los ayoreos llevan reclamando toda esa zona desde 1993, precisó.