Según informa hoy el diario Haaretz, el enviado especial de Cameron visitó Israel en secreto hace dos semanas para reunirse con Netanyahu y con el ministro de Defensa, Ehud Barak, los dos gobernantes israelíes que tienen en sus manos la decisión.
Conforme a una fuente gubernamental israelí que el diario no identifica, el enviado de Cameron les llevó un firme mensaje de oposición a un ataque unilateral en este momento.
Los dos primeros ministros dialogaron sobre el tema antes de los Juegos Olímpicos de Londres, y Cameron se quedó con la impresión de que Netanyahu no le daba una respuesta clara y precisa acerca de sus intenciones, por lo que despachó a un enviado especial.
Netanyahu y Barak han declarado en los últimos meses que se reservan la opción militar a pesar de no contar con el apoyo de Estados Unidos, y pese a la oposición de altos mandos del Ejército y de los servicios secretos.
El enviado británico se entrevistó también con altos funcionarios de defensa y con diplomáticos israelíes, a los que expuso la creencia de que aún hay tiempo para que las sanciones diplomáticas tengan efecto en el régimen iraní.
El viernes, durante una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores en Chipre, Londres, París y Berlín se mostraron a favor de endurecer las sanciones económicas y diplomáticas para devolver a Teherán a la mesa de negociaciones con el grupo 5+1.
Las presiones internacionales y la negativa de Washington a apoyar un ataque israelí han enfriado el discurso de Netanyahu, que ahora recurre a la necesidad de poner “ líneas rojas ” a Irán en lugar de las habituales amenazas beligerantes.