“No quiero dar muchos detalles, quiero que me disculpen, pero esto es un tema de seguridad y serán las autoridades las encargadas de investigar”, señaló Pinto, jefa de corresponsalías de Globovisión, acompañada de Rodríguez.
La periodista, secuestrada en su domicilio en Caracas el pasado 6 de abril por dos hombres armados y encapuchados, afirmó que no sufrió maltrato, que estuvo la mayor parte del tiempo con los ojos vendados y que sus captores “nunca hablaron” en su presencia.
Horas antes Pinto había sido liberada sana y salva por los secuestradores en Cúa, una localidad del interior de Miranda, estado del cual forma parte una vasta zona de Caracas.
El ministro venezolano del Interior, Miguel Rodríguez, indicó que la liberación se produjo en momentos en que se cumplía en Cúa una “operación con cerca de 3.000 funcionarios” contra el secuestro y otros delitos.
“Presumimos que la presión policial jugó un rol importante” en la liberación, pero “no hemos querido adelantar” mayores informaciones sobre un caso en el que trabaja “un equipo especial para llegar a los detalles y poder llegar a los responsables”, agregó.
Sobre el móvil del secuestro, Rodríguez dijo que el Gobierno no ha querido especular pero “obviamente” se ha hecho la pregunta de “quién gana con esta acción”.
“En la medida en que podamos ir dando respuestas a esta pregunta podremos acercarnos a la solución definitiva de este caso”, agregó.
El ministro destacó que Pinto “ha aportado datos importantes” para la investigación y subrayó la posibilidad de un móvil político en un delito que, subrayó, “normalmente tiene un fin económico”.
La comunicadora, prosiguió, “tiene una particularidad” y es que su suerte “impacta en tres sectores vitales de la sociedad, más en un momento en que estamos en un proceso de diálogo” del Gobierno con la oposición, para zanjar una crisis política nacional.
“Ella es periodista, y hay que ver lo que implica en materia de seguridad el secuestro a una periodista; en segundo lugar, es coordinadora de la Pastoral Juvenil, lo que entraña un impacto importante en la iglesia católica, y en tercer lugar, es estudiante (de Derecho), lo que impacta en el sector estudiantil”, añadió.
El ministro había descartado el pasado fin de semana que el secuestro de Pinto pudiera tener un móvil político e incluso sostuvo que tenía “ciertos indicios” que apuntaban hacia el secuestro con fines de extorsión, opinión que hoy modificó.
Agregó que el delito de secuestro ha sido reducido en un 51% a nivel nacional, pero no ofreció más detalles al respecto.
De acuerdo con los datos más recientes de la organización no gubernamental Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (Incosec), en 2010 se denunciaron 686 secuestros, cifra que casi se duplicó en 2011, al llegar a 1.150 casos.
Sobre la inseguridad en general y según diversas encuestas, la violencia delictiva con resultados homicidas es una de las principales preocupaciones en Venezuela, país donde las cifras oficiales sostienen que en 2013 se registraron unos 11.000 asesinatos, cifra inferior a los 16.000 del año 2012.
La organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia asegura que hubo cerca de 25.000 asesinatos a lo largo de 2013.