“Queremos plantear un cambio de prisioneros de guerra y un debate sobre qué es el periodismo en Colombia”, dijo Luis Ernesto Almario, quien vive en Australia, en declaraciones a la radioemisora colombiana La W.
Joaquín Pérez, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol) y considerado por las autoridades colombianas como un integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) está preso en este país desde abril de 2011, cuando llegó deportado de Venezuela.
Almerio, quien pertenece al Comité internacional para la liberación de Joaquín Pérez, aseveró que tanto el fundador de Anncol como Langlois son “prisioneros de guerra”.
Langlois, de 35 años, cayó en poder de las FARC en el departamento de Caquetá (sur) cuando se desplazaba con una patrulla militar para realizar un reportaje para la cadena de televisión France 24.
Las FARC dijeron en un comunicado que lo tienen como “prisionero de guerra” pues llevaba un chaleco antibalas y un casco proporcionado por el Ejército.
Organismos humanitarios y de defensa de la libertad de expresión sostienen que Langlois se encontraba en una misión periodística y no ha perdido la protección que se reserva a los civiles en un conflicto armado.
En sus declaraciones, Almerio insistió en que “si a uno lo cogen en combate uno es prisionero de guerra”.
Anncol es una agencia creada en 1995 en Suecia, donde residía Joaquín Pérez hasta su encarcelamiento en Colombia.
Las FARC son la principal guerrilla de Colombia, con más de 45 años de lucha armada y unos 9.200 combatientes. En febrero pasado anunciaron el cese del secuestro de civiles con fines de extorsión económica.