“Debemos tener el máximo cuidado con los crímenes que tengan una gran repercusión, incluidos aquellos con un significado político”, declaró ante responsables del ministerio de Interior durante una intervención televisada. “Debemos liberar a Rusia de la vergüenza y de tragedias como la que acabamos de ver... el asesinato de Boris Nemtsov, en el centro de la capital”, advirtió Putin con semblante sombrío.
Nemtsov, veterano opositor político del presidente ruso y símbolo de la lucha anticorrupción, fue asesinado por disparos el viernes por la noche frente al Kremlin, un asesinato que ha preocupado a la oposición rusa y ha provocado numerosas reacciones en el mundo.
Putin ya calificó de “provocación” este asesinato y prometió que se haría todo lo necesario para que “los organizadores y ejecutores de este crimen cobarde y cínico reciban el castigo que merecen”. Los investigadores no excluyen ninguna hipótesis: desde el crimen político a la pista islamista, por el apoyo de Nemtsov a la revista satírica francesa Charlie Hebdo, o incluso un asesinato ligado al conflicto ucraniano ejecutado por “elementos radicales”.
Durante la misma intervención, Putin también alertó contra un aumento de los “crímenes extremistas”, sin ligar ese temor al asesinato de Boris Nemtsov. “Los extremistas envenenan la sociedad con su militancia nacionalista, su intolerancia y sus agresiones”, afirmó, añadiendo que la guerra en Ucrania era una consecuencia de ese extremismo. “Es importante reaccionar instantáneamente a la menor señal de actividad extremista”, aseguró.