“El Papa actuará como crea oportuno. Me resulta que se trata de una costumbre popular para la altura. No me ha confirmado ni negado si se adecuará a ese uso tan popular y eficaz”, declaró Lombardi en un encuentro con la prensa para ilustrar el viaje papal a Ecuador, Bolivia y Paraguay del 5 al 13 de julio.
“Es como el mate argentino, el cual suele aceptar si se lo ofrecen aun en la plaza de San Pedro. Es una costumbre local, como un agua aromática. Ustedes saben que el papa ama compartir las costumbres locales”, agregó Lombardi. Según el ministro de Cultura boliviano, Marko Machicao, el Papa pidió “específicamente” mascar coca para combatir los efectos de la altura, cuando aterrizará el 8 de julio en el aeropuerto de El Alto, a más de 4.000 metros de altitud.
Lombardi recordó que Francisco visitó esos países cuando era arzobispo de Buenos Aires y que se reunió en octubre del 2014 en el Vaticano con el presidente Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia y líder del movimiento sindical “cocalero” boliviano, que se opuso en la década de los '80 y '90 a la erradicación de la hoja coca, por considerar su uso como parte de la tradición.
Morales impulsa una campaña internacional a favor de la milenaria planta consumida ancestralmente en Bolivia en mascado, infusión y rituales religiosos. La hoja de coca es la materia prima también para la fabricación de cocaína mediante un proceso químico. Sin embargo, Morales defiende que el mascado de coca regula la diabetes o la presión arterial alta, entre otros males.