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Fue durante el Regina Coeli, la plegaria que en el período sucesivo a la Pascua reemplaza al Angelus.
El Papa auspició que “la fraternidad y la comunión que experimentamos en estos días de Pascua puedan volverse nuestro estilo de vida y alma de nuestras relaciones”.
“No podemos encerrarnos en nuestro mundo privado, en nuestro grupo, sino que estamos llamados a ocuparnos del bien común, a cuidar a los hermanos, especialmente los más débiles y marginados”, agregó.
“El de hoy es un día de fiesta y convivencia, vivido habitualmente con la familia. Tras celebrar la Pascua se advierte la necesidad de volver a reunirse con los seres queridos y los amigos para festejar”, explicó Francisco.
“Sin el compartir fraterno no se puede realizar una comunidad eclesial o civil. Existe solo un conjunto de individuos movidos o reagrupados por sus propios intereses. La Pascua de Cristo hizo estallar en el mundo otra cosa: la novedad del diálogo y de la relación, novedad que para los cristianos se volvió una responsabilidad”.
En la plegaria, el Papa también invocó “el don de la paz para todo el mundo, especialmente para las poblaciones que más sufren debido a los conflictos en curso. Renuevo en particular mi llamado para que las personas secuestradas o injustamente privadas de libertad san liberadas y puedan volver a sus casas”.
Además, el pontífice aseguró una plegaria por la Jornada Mundial de Conciencia sobre el Autismo.