El pontífice, tras el tradicional rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico en el Vaticano, manifestó su preocupación por las consecuencias que han tenido para los pueblos costarricense y nicaragüense ambos fenómenos.
“Quisiera transmitir mi oración por los pueblos de Centroamérica, especialmente Costa Rica y Nicaragua, golpeados por un huracán y, este último (país), también por un fuerte terremoto”, dijo Francisco ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
El pontífice también recordó las consecuencias que han tenido las inundaciones que han afectado en los últimos días a poblaciones del norte de Italia.
Casi toda Centroamérica fue sacudida el pasado jueves por un terremoto de magnitud 7,2 en la escala abierta de Richter, sin que se registraran muertes, heridos ni daños materiales
Sí hubo una alerta de tsumani en Nicaragua, que al igual que Costa Rica estuvo en alerta máxima por la embestida del huracán Otto.