El pontífice realizó estas declaraciones con motivo de una celebración eucarística para el Cuerpo de la Gendarmería del Estado de Ciudad del Vaticano, que el pasado martes celebró su patrón, San Miguel Arcángel.
Francisco alertó de los peligros que implica Satanás y sus insidias y seducciones.
En este sentido, dijo que el demonio emplea “tres escalones” para corromper al hombre: las riquezas, que “ te llevan lentamente a la corrupción”, la vanidad y por último “el poder, el orgullo y la soberbia ” .
“Las riquezas te llevan lentamente a la corrupción y esto no es una fábula, está en todos los lados. Por todo los sitios hay corrupción y por dos duros mucha gente vende el alma, la felicidad, la vida, todo”, lamentó.
Y añadió: “Esto nos sucede a nosotros, siempre, en las pequeñas cosas: demasiado pegados a las riquezas, nos gusta cuando nos adulan, como los pavos reales. Y mucha gente se convierte en ridícula. La vanidad te hace ridículo”.