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“Quien corre detrás de la nada él mismo se convierte en una nulidad”, destacó al celebrar una misa por la Jornada de los Catequistas.
“Si las cosas, el dinero y la mundanidad se convierten en el centro de la vida, nos aferran, nos poseen y perdemos nuestra identidad”, dijo por otra parte.
“Pero probemos a preguntarnos, ¿por cuál razón ocurre esto, por cuál razón nosotros los hombres caemos en el peligro de encerrarnos, de poner nuestra seguridad en manos de las cosas, que al final nos roba el rostro humano?”, prosiguió Jorge Bergoglio.
“Esto ocurre -fue la respuesta- porque perdemos la memoria de Dios, sin la cual todo termina aplastado en el ‘yo’, en mi bienestar”.