“El papa Francisco ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Archidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia”, indicó en un comunicado la Santa Sede.
Karadima, de 88 años, formador de varios obispos, había sido suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011 tras ser condenado por abuso sexual a menores.
El decreto, firmado por el papa el jueves 27 septiembre de 2018, entró en vigor automáticamente y le retira también todas las obligaciones clericales, informó el Vaticano, que precisó que Karadima fue notificado este viernes.
El caso de los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima es uno de los más emblemáticos en Chile por la influencia del sacerdote dentro de la Iglesia. Desde la parroquia santiaguina de El Bosque, situada en un barrio acomodado de la capital, que dirigió desde 1980 hasta 2006, Karadima forjó durante años sólidos nexos con sectores de la élite política y económica de Chile.
“El pedófilo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pensé que vería este día. Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco @Pontifex—es haya tomado esta determinación al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy”, reaccionó inmediatamente en un tuit Juan Carlos Cruz, una de tres víctimas recibidas por el Papa en abril pasado.
Francisco está empeñado en la limpieza de la Iglesia chilena, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores, y ha cesado un total de siete obispos. En mayo pasado, los obispos chilenos, más de una treintena, presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco, a quien víctimas y expertos piden que aplique con firmeza la “tolerancia cero” contra la pedofilia.