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Del 5 al 12 de julio, el máximo representante de la Iglesia Católica visitará Ecuador, Bolivia y Paraguay en su primer viaje desde que el mes pasado hizo un llamado a defender a los pobres y al medio ambiente en su encíclica "Laudato Si" (Alabado sea), el pronunciamiento papal más polémico en medio siglo.
Es también la primera visita del Sumo Pontífice a los países sudamericanos de habla hispana luego de que en julio de 2013, apenas cinco meses después de haber asumido, viajó a Brasil a un masivo encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud. Ya que él mismo escogió los destinos, cercanos colaboradores suyos en el Vaticano aseguran que la gira marcará su "regreso" al continente.
Su natal Argentina deberá esperar hasta 2016 para recibirlo. "Él quiere demostrar que se puede ver más claramente desde la periferia que desde el centro", dijo un asesor cercano al Papa que habló en condición de anonimato. "Eligió a los países de Sudamérica con la historia más pesada de pobreza, desigualdad y dificultades, pero que ahora están emergiendo con impresionantes tasas de desarrollo", agregó. Jorge Bergoglio, ungido en marzo de 2013 como el primer Papa jesuita, el primero del hemisferio sur y el primero de América, es conocido por su humildad, como el haber preferido la casa de huéspedes del Vaticano en lugar de la residencia papal usada por sus antecesores.
Funcionarios del Vaticano creen que a pesar de que Francisco hará referencia a la encíclica en la veintena de discursos que pronunciará, lo más probable es que guarde lo mejor para su viaje de septiembre a Estados Unidos, epicentro de las mayores críticas a su mensaje. El catolicismo es la religión mayoritaria en Latinoamérica aunque, desde fines del siglo pasado, viene disminuyendo su influencia. En la región viven más de 425 millones de católicos, casi el 40 por ciento de su población mundial.
En la encíclica, Francisco exigió una acción rápida para salvar al planeta de su ruina medioambiental e instó a los líderes mundiales a escuchar "el grito de la tierra y el grito de los pobres", los más afectados por el cambio climático.
En Ecuador, su primera parada, el presidente Rafael Correa se debate entre sus importantes reservas de petróleo y minerales y áreas con la mayor biodiversidad del mundo. Un escenario similar vive Bolivia, un país que perdió su salida al mar en una guerra de fines del Siglo XIX, pero con grandes reservas de gas natural, minerales y litio, usado en la fabricación de baterías recargables. "Él no va a hablar en contra del petróleo ecuatoriano o el gas boliviano", dijo un hombre de confianza del Papa, señalando que la encíclica reconoce la necesidad de un período de transición en el que la energía fósil debe ser sustituida por energías renovables.
A pesar de que goza de buena salud para sus 78 años, los ojos del mundo estarán puestos en la respuesta de Francisco a los más de 4.000 metros de altitud de la ciudad boliviana de El Alto, sede del aeropuerto internacional que sirve a La Paz. Y es que en su juventud le extirparon una parte del pulmón derecho por lo que apenas permanecerá unas horas en la sede del Gobierno boliviano, La Paz, para luego establecerse en Santa Cruz por dos días. Allí visitará la cárcel de Palmasola, una de las más peligrosas del continente, y celebrará una misa al pie de una enorme estatua de Jesucristo, conocida como el Cristo Redentor.
Luego, al mediodía del viernes, volará a Paraguay, el país latinoamericano con mayor porcentaje de católicos. En esta nación mediterránea, además de los saludos protocolares típicos de su investidura, visitará el hospital pediátrico "Niños de Acosta Ñu", que debe su nombre a un enfrentamiento del Siglo XIX entre un ejército de Brasil, Argentina y Uruguay contra fuerzas paraguayas constituidas en su mayoría por niños.