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“Tenemos a disposición tantas informaciones y estadísticas sobre la pobreza... Existe el riesgo de ser espectadores informadísimos y desencarnados de estas realidades, o hacer hermosos discursos que se concluyen con soluciones verbales y una falta de compromiso respeto a los problemas reales”, indicó.
Jorge Bergoglio hizo esta afirmación encontrando en plaza San Pedro a las Misericordias de Italia y las agrupaciones donantes de sangre, Fratres, antes unas 60 mil personas.
“Demasiadas palabras, demasiadas palabras y no hace nada, ésto es un riesgo, agregó el Papa pero aclaró: no de ustedes, ustedes de las Misericordias trabajan bien”.
"Cuando hablo con tantas personas que conocen las estadísticas, que barbaridad. ¿Y ustedes que hacen?, les pregunto, nada, hablan. Lo que sirve, subrayó, es el testimonio, ir al encuentro de los que sufren".
Bergoglio quiso manifestar su "aprecio" por la actividad de las Misericordias y de los Fratres "importante obra en favor delprójimo sufriente".
Observó que la etimología de "misericordia" es "miseris cordare", es decir "dar el corazón a los míseros". Justamente es lo que hizo Jesús, que "abrió su corazón a la miseria del hombre".
También el Evangelio, recordó el Pontífice, es rico de episodios que presentan esta misericordia, "lo gratuito de su amor por los que sufren y los débiles, la cercanía, la bondad, la ternura con las cuales se acercaba a las personas sufrientesy las consolaba, les daba alivio y con frecuencia las curaba".
El Papa en su discursó mencionó las "siete obras de misericordia corporal" a las cuales, entre otras cosas, se inspiran las Misericordias: "dar de comer a los que tienen hambruna, dar de beber a los que tienen sed, vestir a los desnudos, alojar a los peregrinos, visitar a los enfermos,visitar a los encarcelados, enterrar a los muertos".
"Imitemos a Jesús, él va por las calles y no planificó ni los pobres, ni los enfermos, ni los inválidos que cruza en su camino, pero con el primero que encuentra se detiene, convirtiéndose en presencia que ayuda, signo de la cercanía de Dios, que es bondad, providencia y amor".
Antes del discurso del Papa, hizo un saludo el arzobispo de Florencia, Giuseppe Bettori, que en cuanto arzobispo de la ciudad donde nacieron las Misericordias hace 770 años, en el 1244, es "primer jefe de guardia de la capitanería de Florencia".
El purpurado recordó que las Misericordias fueron fundadas por "san Pedro de Verona, llamado también san Pedro mártir" ya que murió luchando contra la herejía de los cátaros.